El cantautor y merenguero dio positivo, vive solo, cumplió cuarentena y perdió 20 libras a causa del virus.
Santo Domingo, República Dominicana–El artista Sergio Vargas no aprovechó que se infectó del COVID-19 para sacar ventaja mediática y, por el contrario, se enfrentó durante un mes contra esa y otra enfermedad que por poco le quitan la vida.
Llegó a un centro médico de la capital a tratarse por una bacteria en el estómago y durante el proceso, su médico decidió someterlo a una prueba de PCR para establecer si también había sido afectado por el mortal coronavirus.
Al ser entrevistad por teléfono, Vargas revela que perdió 20 libras de peso. No tuvo que internarse y llevó de manera ambulatoria el tratamiento médico, indica una nota del periodista Severo Rivera, publicado en Diario Libre digital.
“Bueno… fue un proceso que me duró casi un mes y medio porque yo venía tratándome de una ameba y un parásito que es el Helicobacter pylori. Gracias a Dios pude superar ese problema, pero en la convalecencia de repente mi médico recomendó hacerme la prueba del COVID-19 de manera rutinaria, porque el proceso de recuperación era lento.”
Por su cabeza no pasó que podría estar infectado de la mortal enfermedad que le ha quitado la vida a miles de personas en el país y en el mundo.
“Me estaba tratando del problema que te dije. Yo estaba muy quitado de bulla. No me expuse, siempre me cuidé, pero este tema del COVID-19 lo mejor que debemos hacer es asumirlo con la seriedad que amerita,” señala el intérprete de La Ventanita.
Sergio Vargas recordó que hay muchos testimonios de personas amigas y hasta familiares que han muerto por culpa del coronavirus. Por eso, lleva un protocolo estricto para curarse, protegiéndose y cuidando a su gente.
“Decidí hacerlo porque yo vivo prácticamente solo en Villa Altagracia. Parte de mis hijos viven fuera del país y los que están aquí no residen conmigo… Esto es un tema sanitario que nos está afectando. Cuando se levante la cuarentena, los imprudentes seguirán cayendo víctimas de coronavirus.”
Aconsejó a la gente a cambiar la actitud en la vida. A dejar de lado la carga negativa. “Hay que amar la vida, pero para eso hay que resolver los problemas básicos, dejar las angustias. No sufrir por cualquier cosa porque las angustias y sufrimientos son aliados del COVID-19.”
Agregó que hay lugares en el mundo “donde esta peste no ha sido tan devastadora, porque también en unos lugares en donde la educación que usted adquirió en su casa ha evitado que mucha gente caiga. Pero yo creo que además la imprudencia se ha convertido en otro cómplice del COVID-19, porque todavía hay gente que no cree que esto es real y es asesino.”