Si un visitante se niega a portar el pase verde puede recibir una multa entre 400 y 1000 euros. (Foto: Fuente externa).

El Gobierno italiano dispuso que el pase verde, que contiene un código QR con los datos individuales de cada persona, se exija desde el 6 de agosto para entrar a restaurantes y en locales cerrados, incluidos gimnasios, cines y teatros.

Ciudad del Vaticano–Los Museos y Jardines del Vaticano exigen desde el viernes 6 de agosto y en consonancia con las normas italianas, el llamado “pase verde” para los visitantes, es decir un certificado que pruebe que la persona ha sido vacunada al menos con una dosis o que tiene una prueba negativa de COVID-19 en las últimas 48 horas.

Vatican News señala que “los procedimientos y las normas para las visitas a los Museos y Jardines Vaticanos han cambiado en cumplimiento de la normativa vigente para combatir la emergencia del coronavirus”.

La nota de Vatican explica que además del pase verde, que puede ser digital o de papel, los encargados de la seguridad pueden exigir un documento de identidad de la persona para verificar que sea la misma del pase verde.

“La norma se aplica también a las reservas previas, por lo que –como señala la Dirección de los Museos Vaticanos– los titulares están obligados en cualquier caso a presentarse en la entrada en posesión de una certificación regular”, añade Vatican News.

Los Museos y Jardines Vaticanos estarán cerrados al público el lunes 16 de agosto y se han suspendido las aperturas especiales del último domingo del mes.

La obligación de reservar las visitas en línea a través del portal oficial sigue vigente.
De haber alguna dificultad, las personas se pueden poner en contacto con la Oficina de Servicios y Relaciones con el Público, a través del correo [email protected].

El Gobierno italiano dispuso que el pase verde, que contiene un código QR con los datos personales de cada persona, se exija desde el 6 de agosto para entrar a restaurantes y en locales cerrados, incluidos gimnasios, cines y teatros.

La medida ha suscitado protestas en distintos lugares del país por parte de personas que defienden su derecho a no recibir la vacuna contra el COVID-19.

Si una persona se niega a portar el pase verde puede recibir una multa entre 400 y 1000 euros.