El secretario general de la OEA, Luis Almagro, habla durante el Foro del Instituto Interamericano para la Democracia 'Defensa de la Democracia en las Américas' en Miami, EEUU, en mayo de 2021. (ARCHIVO).

La Organización de los Estados Americanos aprobó la continuidad de Luis Almagro como jefe de la organización pese a que una investigación externa encontró que actuó sin “sentido común” ni “buen juicio” al mantener un romance con una subalterna.

Washington, EEUU — El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ratificó en la tarde del viernes a Luis Almagro como su secretario general al aprobar un proyecto de resolución en el que quedó en evidencia los resultados de la investigación externa realizada a Almagro por su relación sentimental con una empleada cercana.

En la resolución, el Consejo Permanente decidió “tomar nota” de las conclusiones de la investigación que estableció que Almagro “no violó las normas ni los reglamentos de la OEA en lo que se refiere a las obligaciones en materia de supervisión, aumentos salariales, intimidación o conflictos de interés”.

La decisión de aprobar la continuidad de Almagro recibió críticas de países miembros como México, Argentina y Bolivia, a pesar de no haber objetado la resolución “para facilitar el proceso”. La resolución no fue sometida a votación.

“Un secretario general con altos estándares éticos es lo mínimo que una OEA seria y sólida requiere”, expresó la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños Rivas. “A pesar de la evidencia del daño que el secretario general ha causado a la OEA… sorprende que todavía estemos dudando de la pertinencia de relevarlo del liderazgo de la Organización”.

l Salvador fue la única delegación que públicamente se abstuvo de apoyar la adopción de la resolución al considerar que el documento había tenido varias propuestas de cambios y había sido revisado y enmendado a toda prisa.

Almagro ha manifestado que en todo momento actuó con “la máxima transparencia y poniendo por delante los intereses de la organización y respetando sus normas”.

En la investigación sí se encontró que el secretario general actuó sin «sentido común» ni «buen juicio», lo que presentó una violación a sus obligaciones éticas adicionales. “La conducta del secretario general no refleja el grado de intencionalidad necesario para sustentar una violación intencional de las normas y reglamentos de la OEA”, estima la investigación.

El Consejo Permanente resolvió “instar” al secretario general y demás funcionarios de la OEA a que “cumplan con las normas de ética más estrictas inherentes a sus cargos, independientemente de la falta de especificidad de las reglas vigentes, hasta que se examinen y se revisen el Código de Ética y el Reglamento de Personal de la Organización”.