- El periodista mexicano Alejandro Martínez murió al ser atacado el 4 de agosto mientras cubría una noticia en una zona de alta violencia por el crimen organizado en Guanajuato
- El comunicador estaba bajo un programa de protección por amenazas, sus guardaespaldas resultaron heridos en el atentado
Ciudad de México — Un periodista mexicano que cubría una de las fuentes delictivas más peligrosas del país fue asesinado el domingo por hombres armados, y dos de los guardaespaldas que le había asignado el gobierno resultaron heridos, indicaron autoridades.
El sitio web noticioso operado por el reportero Alejandro Martínez confirmó su fallecimiento. Dicho sitio cubría noticias comunitarias y de delincuencia en Celaya, la ciudad más peligrosa para los policías en México.
El departamento policial de Celaya indicó que Martínez fue baleado de muerte por atacantes que se desplazaban en otro vehículo. Dijo también que los dos escoltas recibían atención médica debido a sus heridas, pero no informó cuál era su estado de salud, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.
Al periodista se le había asignado protección policial después de que reportó haber recibido amenazas. Fiscales del estado de Guanajuato en la región centro-norte del país informaron que investigan el homicidio.
Martínez cubrió un accidente vial letal en un peligroso tramo carretero tan sólo unas horas antes de que fuera atacado. Sus guardaespaldas heridos lo trasladaron a un hospital, donde murió.
En Guanajuato se registra el mayor número de homicidios de cualquiera de los 32 estados de México, en gran medida debido a una guerra territorial de años entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el cártel local Santa Rosa de Lima. Un total de 18 policías de Celaya han sido baleados de muerte en lo que va del año en esta ciudad de medio millón de habitantes. Se sospecha que la mayor parte de esos homicidios fueron cometidos por narcotraficantes.
Los trabajadores de medios de comunicación suelen ser blanco de ataques en México, con frecuencia en represalia directa por su trabajo en la cobertura de temas como la corrupción y los narcotraficantes del país, conocidos por su violencia.
En abril, Roberto Figueroa, que cubría la política local y tenía seguidores en redes sociales por los videos satíricos que publicaba, fue hallado muerto dentro de un automóvil en su pueblo natal de Huitzilac, Morelos, un estado al sur de Ciudad de México donde la violencia del narcotráfico es rampante.
Desde 2000, un total de 141 periodistas mexicanos y otros trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados, al menos 61 de ellos en aparente represalia por su trabajo, dice el Comité para la Protección de los Periodistas. Todos salvo unos pocos de los asesinatos y secuestros siguen sin resolverse.