La renuncia es noticia a nivel mundial. El Partido Demócrata ahora deberá tomar una decisión crucial. Noticia en desarrollo aún
Washington, DC. —El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este domingo su decisión de retirar su candidatura para la reelección presidencial, tras semanas de intensas presiones por parte de miembros de su propio partido.
Biden hizo el anuncio en un comunicado donde expresó que tomó la decisión después de considerar que es la mejor decisión para el Partido Demócrata y el país, y añadió que hablará a la población la próxima semana para entrar en detalles.
En un mensaje enviado por la red X, antes Twitter, Biden dijo:
«Compañeros demócratas, he decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato. Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo»
Los llamados para que Biden, de 81 años, se hiciera a un lado, coincidieron con un repunte de su rival republicano, Donald Trump, cuyo partido lució fortalecido y más unido después del intento de asesinato en su contra el pasado sábado 13 de julio en un acto de campaña en el condado de Butler, en Pensilvania.
En público y en privado, los demócratas habían enviado múltiples señales de preocupación por el rendimiento del presidente en eventos públicos. Biden, quien recientemente fue diagnosticado con COVID-19, habría tomado varios días de “reflexión” y “examen de conciencia” sobre su futuro político mientras permanecía en aislamiento, señala nuestra aliada de medios, la Voz de América.
La decisión de Biden llega a menos de un mes de la Convención Nacional Demócrata que se celebrará en Chicago, donde los delegados del partido deberán escoger formalmente a su candidato presidencial. Debido a que el presidente ganó ampliamente las elecciones primarias, ya tenía asegurados los delegados y salir de la contienda era una decisión que únicamente él podía tomar.
El anuncio de Biden sigue también a la creciente presión después de su cuestionada actuación en el debate contra el expresidente Trump. Tras el debate, Biden admitió sus fallas, pero se opuso a los llamados a retirarse de la campaña asegurando que tenía que “terminar el trabajo”.
A mediados de julio, Biden aseguró que se sentía como la “persona más calificada” para postularse para la presidencia y apuntó que iba a “vencer de nuevo” a Trump.
Una encuesta reciente de AP reveló que siete de cada 10 adultos en Estados Unidos pensaban que Biden debía retirarse de la contienda y permitir al partido seleccionar a un candidato diferente, de estos, un 67 % eran demócratas.
Un estudio separado encontró que alrededor de 6 de cada 10 demócratas creen que la actual vicepresidenta Kamala Harris haría un buen trabajo si llegara a la presidencia de EEUU. Aproximadamente 2 de cada 10 demócratas no creen que ella lo haría, y otros 2 de cada 10 dicen que no saben lo suficiente para opinar sobre el tema.
Sobre 30 congresistas demócratas habían pedido públicamente la salida de Biden. Sin embargo, altas figuras del partido como la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, fueron esenciales en la decisión final del presidente de hacerse a un lado.
La vicepresidenta Kamala Harris es la principal alternativa para sustituir a Biden en las elecciones del 5 de noviembre. Algunos demócratas influyentes han propuesto alternativas a Biden además de Harris, incluidos miembros populares del gabinete y gobernadores demócratas como Gavin Newsom, de California, Gretchen Whitmer, de Michigan, y Josh Shapiro, de Pensilvania.