Los obispos católicos de Brasil condenaron la violenta toma, este domingo 8 de enero, del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo en Brasilia, capital del país.
Ciudad del Vaticano — “La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), perpleja con los graves y violentos hechos en Brasil, pide serenidad y paz, así como el cese inmediato de los ataques criminales al estado democrático de derecho”, señalaron los prelados en su cuenta de Twitter.
“Estos ataques deben ser inmediatamente contenidos y sus organizadores y participantes responsabilizados con los rigores de la ley. Los ciudadanos y la democracia deben ser protegidos”, subrayaron.
Una gran cantidad de personas, que serían partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, tomaron este domingo diversas áreas del Congreso Nacional, del Supremo Tribunal Federal y del Palacio del Planalto, la sede del gobierno brasileño.
Ellos exigen la renuncia del actual presidente, Lula da Silva, así como una intervención militar. En varios videos se pueden ver ventanas rotas y manifestantes caminando en el Congreso.
Según Globo TV, los tres lugares ya están bajo el control de las fuerzas del orden. Hay además decenas de detenidos.
Esta toma ocurre una semana después de la juramentación del izquierdista Lula da Silva como presidente de Brasil.