Actualmente, se trabaja desde la ONU en una segunda resolución que permitiría una fuerza internacional para Haití. (Foto: Cortesía de la Voz de América).

La comitiva busca obtener información detallada sobre cómo restaurar el acceso a servicios esenciales en el país caribeño con el apoyo de la comunidad internacional.

Washington, DC — En medio de la crisis de seguridad y salud que vive Haití, el gobierno canadiense anunció este jueves el envío de una delegación a Puerto Príncipe para evaluar situaciones como el bloqueo en los puertos, el restablecimiento del suministro de combustible y agua potable, y el aumento pronunciado de los casos de cólera.

“Definitivamente necesitamos apoyar a Haití y hacer que la comunidad internacional apoye a Haití frente a esta importante crisis”, dijo Mélanie Joly, ministra de relaciones exteriores de Canadá en una conferencia conjunta con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en Montreal.

Joly enfatizó la delegación del gobierno canadiense está realizando consultas con socios regionales, Organización de las Naciones Unidas, la Comunidad del Caribe (CARICOM) y otros socios, para asegurarse “de que haya una fuerte legitimidad en este enfoque”.

Por su parte, Blinken aseguró que los esfuerzos internacionales apuntan a un intento de “romper el nexo entre estas pandillas y algunos de los actores políticos que las financian y dirigen”. Eso, según dijo, incluídas las sanciones que el Consejo de Seguridad de la Organización de la ONU impuso recientemente contra el más poderoso líder de las pandillas, Jimmy Cherizier, alias Barbacoa.

“El nudo que realmente debe romperse en primer lugar es el relativo a la seguridad porque Haití enfrenta ahora una situación en la que las pandillas dominan un espacio importante en Puerto Príncipe, así como en otras partes de Haití, impidiendo que la asistencia llegue, desde alimentos, combustible y agua, el bloqueo de puertos críticos, instalaciones de combustible críticas. Crean un entorno en el que las personas no pueden moverse libremente”, comentó Blinken.

Actualmente, se trabaja desde la ONU en una segunda resolución que permitiría una fuerza internacional para Haití. “El propósito de cualquier misión de este tipo sería apoyar a la policía nacional haitiana en el desempeño de su trabajo, para garantizar que el Estado una vez más controle realmente el país, no las pandillas”, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense.