La Ciudad Colonial de Santo Domingo fue escenario, la noche del sábado, de un «gran teteo” convocado por Don Dinero, con un saldo de caos, balacera, violencia, desorden y violación al derecho a la paz y la tranquilidad pública en esa zona turística patrimonio de la Humanidad.
Una turba miserable, / se impone sin compasión. / En la esquina memorable, / sin macana en la ocasión.
Por Cantaclaro
En la Zona Colonial, muchas cosas allí pasan. Tesoro patrimonial, para todos los que pausan. Testimonio sin igual, a turista y nacionales. Como ella es singular, en deleite y peatonales. La barbarie y el dinero, amenazan su esplendor. Como diría don Quevedo: ¡Que viva el Comendador! Una turba miserable, se impone sin compasión. En la esquina memorable, sin macana en la ocasión. Lo social se descompone, con tolerancia fatal. Si el Poder no se dispone… gran fallo monumental. La barbarie ya se impone, en este gran parloteo. Se arregla o se descompone, la joda del “gran teteo…”
