Los legisladores federales Marco Rubio y Mario Díaz-Balart condenaron los presuntos contactos de una delegación de Estados Unidos que viajó a Caracas para dialogar con el dictador venezolano, Nicolás Maduro, el pasado fin de semana.
Miami, Florida—Los senadores republicanos por la Florida, Marco Rubio, y Mario Díaz-Balart, censuraron los posibles contactos que sostuvo una delegación de la administración Biden con el gobernante venezolano Nicolás Maduro.
La versión de la reunión, difundida por el diario The New York Times y el cual cita a fuentes oficiales que pidieron no ser identificadas, da cuenta de un encuentro en Venezuela donde se plantearon demandas para buscar un acercamiento que permita alejar al régimen de Maduro de la influencia del gobernante ruso, Vladimir Putin.
En un mensaje en su cuenta de twetter, el senador Rubio dijo que el diálogo secreto de Biden no se trata de la industria petrolera venezolana, la cual calificó como un desastre, tras criticar a la administración por supuestamente buscar petróleo venezolano para reemplazar al crudo proveniente de Rusia, informa la Voz de América.
Mientras, de su lado, el representante federal Maio Díaz-Balart, calificó el presunto encuentro de funcionarios estadounidenses y venezolanos como “indignante”, mientras Putin asesina niños y mujeres, “la administración Biden busca tratos con otros tiranos.”
Funcionarios que hablaron “en condición de anonimato”, dijeron que la invasión de Rusia a Ucrania ha llevado a la Casa Blanca a prestar “más atención” a los aliados de Putin en América Latina que, Washington considera “podrían convertirse en amenazas a la seguridad” si se profundiza el conflicto con Ucrania.
Ni Story, ni Juan Guaidó, considerado presidente interino de Venezuela, han respondido a la solicitudes de la Voz de América para ofrecer comentarios.
Por otra parte, la ONG Coalición por los Derechos Humanos informó en Twitter que los representantes de la Casa Blanca se habrían reunido el domingo por la mañana con los presos estadounidenses en Venezuela y adelantó que “esperan liberaciones”.
Según las versiones extraoficiales, poco se sabe de lo que conversaron el sábado. Según Reuters, Washington buscó garantías de elecciones presidenciales libres, reformas amplias de la industria petrolera venezolana para facilitar la producción y las exportaciones de empresas extranjeras, y la condena pública del gobierno a la invasión de Ucrania.
A cambio, EE.UU. estaría “dispuesto a considerar permitir” temporalmente que Venezuela use el sistema SWIFT que facilita “las transacciones financieras entre bancos de todo el mundo, para transferir dinero a otras cuentas”, añadió Reuters.
En Tanto, Maduro planteó el levantamiento total de las sanciones que prohíben las exportaciones petroleras y la eliminación de las sanciones contra él y otros funcionarios, así como el control de la filial de Petróleos de Venezuela, CITGO, dijo Reuters.
Por otra parte, la ONG Coalición por los Derechos Humanos informó en Twitter que los representantes de la Casa Blanca se habrían reunido el domingo por la mañana con los presos estadounidenses en Venezuela y adelantó que “esperan liberaciones”.
El gobierno de los Estados Unidos no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela por considerar que el proceso electoral en el que obtuvo la reelección no fue “justo ni creíble”. Las relaciones se rompieron definitivamente en 2019 cuando Estados reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
La administración Biden ha insistido en que no levantará las sanciones, incluso en el vital sector petrolero venezolano, a menos que Maduro tome medidas concretas para celebrar elecciones libres.
Si bien las exportaciones de petróleo de Venezuela han recibido un gran golpe, las compañías petroleras y los bancos rusos han jugado un papel clave para ayudar a Maduro y a la petrolera estatal PDVSA a evadir las sanciones y continuar con los envíos.