El encuentro sirvió de punto de apoyo para reafirmar que «el pueblo de Dios necesita oración.»
Por Edwin Díaz González
Santo Domingo Este, República Dominicana. -Como una respuesta espiritual ante las crisis de las familias, la descomposición social y la delincuencia, el pastor y músico, Many Valera, su iglesia Somos Adoradores Internacional y el Ministerio Nagua Ciudad de Dios coordinaron exitosamente el gran encuentro de proclamación Santo Domingo Este como «Ciudad De Dios» en la República Dominicana.
La actividad se realizó, en la parte frontal del Faro a Colón y tuvo como propósito central orar, apasionadamente pidiendo la bendición divina sobre todas las familias del municipio, instituciones, organismos y grupos sociales.
Para el ministro Valera, «fue sumamente importante que todas las iglesias, familias, organizaciones e instituciones de Santo Domingo Este participaran en este encuentro, ya que el compromiso es tener un mejor municipio para todos y puesto en las manos de Dios.»
Todos los detalles previos fueron dados a conocer durante una conferencia de prensa que se realizó en el Colegio Dominicano de Periodistas, ubicado en la avenida 30 de mayo esquina Jiménez Moya.
A la proclamación Santo Domingo Este, como «Ciudad de Dios», participaron además autoridades locales e influyentes pastores del Gran Santo Domingo y todo el país, como Miguel Vásquez, presidente de República Dominicana Nación De Dios, Ezequiel Molina Rosario, líder del ministerio La Batalla de la Fe, quien junto a Braulio Portes, Pastor De la Iglesia de La Cristianización Nacional, dirigió una proclama especial de bendición a Santo Domingo; Feliciano Lasern, Presidente de CODUE y Adolfo Mateo, presidente de CONACOPE.
El Ministerio Ciudad De Dios ha realizado encuentros cristianos similares en ciudades como María Trinidad Sánchez, Cabrera, Pedernales, Samaná, Moca, Azua, Neyba, Sánchez y San José de Ocoa.
Como parte de ello, el pasado 29 de enero llegó a esta zona de Santo Domingo Este y tiene planificado llevar sus jornadas de oración por todo el país, lo que es un amplio anhelo de la población en medio de tantas necesidades espirituales.