Medios taiwaneses mostraron la llegada de la comitiva para una reunión, aunque en un primer momento no se publicaron detalles sobre el encuentro, en medio de una agresiva segunda ronda de ensayos militares chinos en torno a la isla.
Taipéi, Taiwán — El gobierno comunista de China anunció el lunes más maniobras militares en torno a Taiwán mientras el presidente de la isla recibía a miembros de una nueva delegación de congresistas estadounidenses, en una nueva muestra de apoyo de legisladores estadounidenses a la isla autogobernada, que China reclama como parte de su territorio.
En Taipéi, la capital de Taiwán, el presidente del Comité de Defensa Nacional y Extranjera, Lo Chih-Cheng, se reunió con legisladores estadounidenses y dijo que “su visita en este momento es de gran importancia, porque el ejercicio militar chino (pretende) disuadir a los congresistas estadounidenses de visitar Taiwán”.
“Su visita en este momento demuestra que China no puede impedir que los políticos de cualquier país visiten Taiwán, y también transmite el importante mensaje de que el pueblo estadounidense está con el pueblo taiwanés”, añadió Lo.
El gobierno chino ha dicho que quiere utilizar medios pacíficos para llevar a Taiwán bajo su control, pero su reciente demostración de fuerza ha hecho hincapié en la amenaza militar.
La delegación de cinco miembros estaba liderada por el senador demócrata Ed Markey, de Massachusetts, y tenía previsto reunirse con otros representantes del gobierno y el sector privado. Se esperaba que las conversaciones girasen en torno al alivio de las tensiones en el Estrecho de Taiwán e inversiones en el crucial sector taiwanés de los semiconductores.
Los demás miembros de la delegación eran la representante republicana Aumua Amata Coleman, delegada de la Samoa estadounidense, y los estadounidenses John Garamendi y Alan Lowenthal, de California, y Don Beyer, de Virginia.
Un funcionario destacado de la Casa Blanca ocupado de política en Asia dijo la semana pasada que China había aprovechado la visita de Pelosi como pretexto para lanzar una campaña intensificada de presión contra Taiwán, lo que ponía en peligro la paz y la estabilidad al otro lado del Estrecho de Taiwán y en la región en su conjunto.
“China ha exagerado y sus acciones siguen siendo provocativas, desestabilizadoras y sin precedentes”, dijo Kurt Campbell, viceasistente del presidente, Joe Biden, en una llamada con periodistas.
“Ha intentado ignorar la línea central entre la República Popular China y Taiwán, que ha sido respetado por ambas partes durante más de 60 años como figura de estabilización”, dijo.
China acusa a Estados Unidos de alentar a las fuerzas de independencia en Taiwán al vender equipamiento militar a la isla y tratar con sus autoridades. Washington dice que no apoya la independencia de Taiwán, pero que sus diferencias con China deben resolverse por medios pacíficos.
El Partido Comunista, que gobierna China, mantiene que prefiere que Taiwán se una a China de forma pacífica, pero que no descarta el uso de la fuerza si es necesario. Las dos partes se separaron durante una guerra civil en 1949 en la que los comunistas tomaron el control de China y los nacionalistas derrotados se retiraron a la isla de Taiwán.
En declaraciones el viernes, Campbell dijo que Estados Unidos enviaría aviones y barcos militares al Estrecho de Taiwán en las próximas semanas y trabajaba para diseñar un marco de conversaciones comerciales con Taiwán, que según dijo, Washington pretendía anunciar en los próximos días.