El Papa Francisco señaló como “muy importante que haya este encuentro, este encuentro entre hombres y mujeres” ante “el peligro” de la ideología de género. (Foto: Fuente externa).

Tras unos momentos de silencio, el Papa pronunció las palabras rituales de la creación de los 21 nuevos cardenales y uno a uno sus nombres, algunos de los cuales fueron vitoreados por los fieles presentes en la Plaza de San Pedro

Ciudad del Vaticano — El Papa Francisco ha llamado al Colegio Cardenalicio “a asemejarse a una orquesta sinfónica, representando la sinfonicidad y la sinodalidad de la Iglesia” durante la celebración este sábado del Consistorio Público Ordinario en el que ha creado 21 nuevos Purpurados.

Durante la homilía pronunciada tras la lectura del pasaje evangélico de la venida del Espíritu Santo sobre el colegio apostólico en Pentecostés, el Pontífice compartió que “la metáfora de la orquesta puede iluminar bien el carácter sinodal de la Iglesia”.

En este sentido, señaló que “la diversidad es necesaria, es indispensable, pero cada sonido debe contribuir al diseño común. Y para ello la escucha mutua es fundamental”.

Siguiendo con la metáfora, el Papa añadió sobre el ministerio petrino que “el director de la orquesta está al servicio de esta especie de milagro que es cada vez la interpretación de una sinfonía” y “debe escuchar más que nadie”.

Así, el Pontífice compartió con los presentes su impresión de que “nos hace bien reflejarnos en la imagen de la orquesta para aprender cada vez mejor a ser una Iglesia sinfónica y sinodal”.

A los miembros del Colegio Cardenalicio les invitó en especial a considerar esta propuesta “en la consoladora confianza de que tenemos como maestro al Espíritu Santo: maestro interior de cada uno y maestro del caminar juntos. Él crea la variedad y la unidad, él es la armonía misma”.

Tras unos momentos de silencio, el Papa pronunció las palabras rituales de la creación de los 21 nuevos cardenales y uno a y uno sus nombres, algunos de los cuales fueron vitoreados por los fieles presentes en la Plaza de San Pedro.

Puestos en pie, ante el Santo Padre, los nuevos Príncipes de la Iglesia, a quienes el Papa recordó en la homilía que son servidores “y no funcionarios”, renovaron su adhesión al Papa y al Credo de la Iglesia Católica, que fue proclamado en latín:

“Prometo y juro permanecer desde ahora y para siempre mientras viva, fiel a Cristo y a su Evangelio, constantemente obediente a la Santa Iglesia Apostólica Romana. A San Pedro en la persona del Sumo Pontífice y a sus sucesores canónicamente elegidos. Conservar siempre de Palabra y de obra mi comunión con la Iglesia Católica. No revelar a nadie lo que se me ha confiado a ser custodiado y cuya revelación podría causar daño o deshonra a la Santa Iglesia. Cumplir con gran diligencia y fidelidad los deberes a los que estoy llamado en mi servicio la Iglesia según las normas del derecho”.

Imposición del birrete y el anillo

“Para alabanza de Dios Todopoderoso y para el decoro de la Sede Apostólica recibe el birrete rojo como signo de la dignidad del cardenalato, que significa que debes estar dispuesto a comportarte con valentía e incluso hasta el derramamiento de sangre por el aumento de la fe cristiana y por la paz y la tranquilidad del Pueblo de Dios, por la libertad y la difusión de la Santa Iglesia romana”.

Tras pronunciar estas palabras del Papa Francisco, los nuevos cardenales presentes se acercaron hasta el Santo Padre para recibir el solideo y el birrete cardenalicios, de color escarlata.