Sobre el sector turismo, al término del mes de noviembre de 2021, la llegada de pasajeros extranjeros por vía área ascendió a 424,400 visitantes, superior en 41 mil recibidos en noviembre 2019, antes de la pandemia.

Los países afectados serían Colombia, Guatemala, México, Honduras, República Dominicana, Haití, Ecuador, El Salvador y Nicaragua.

Miami, Florida–La crisis del nuevo coronavirus va a impactar gravemente en el envío de remesas desde Estados Unidos hacia Latinoamérica, y los expertos recomiendan a las personas que sean discretos en sus gastos y tengan paciencia.

Ciertos países latinoamericanos cuya economía depende en gran parte de dinero que envían familiares desde Estados Unidos van a sentir el impacto, dijo a la Voz de América vía Skype el economista Tulio Rodríguez.

“Son países como Colombia, Guatemala, México, Honduras, República Dominicana, Haití, Ecuador, El Salvador, Nicaragua”, señaló Rodríguez.

El economista explicó que “estos países tienen que prepararse para que en las próximas semanas sus familiares que están aquí (en Estados Unidos) no estarán en la misma posición de enviar remesas. Básicamente, sus puestos de trabajo estarán eliminados y en algunos casos estarán suspendidos.”

Los primeros afectados serán los trabajadores de servicios de comida y transporte, añadió.
El experto indica que entre 2017 y 2018, los envíos de dinero en los países mencionados se incrementaron entre el 6% y el 16%, pero el escenario va a cambiar de manera negativa ante la pandemia y es necesario que estas economías latinoamericanas escuchen una recomendación.

“Discreción en el consumo y pensar que los dólares que recibían todos los meses los van a recibir en una cantidad limitada y eventualmente pudieran no recibirlos”, dijo Rodríguez. Los receptores de estos envíos deben entonces reducir cualquier compromiso que tengan dependiendo de esos dólares.

El economista expresó su optimismo en que la situación mejorará cuando pase la crisis del coronavirus y calcula que la recuperación de la economía será rápida, pues las bases de la cadena de producción estadunidense permanecen intactas ante la crisis mundial.