Aunque de momento no ofrece peligro para zonas habitadas, está previsto que la depresión tropical Trece se convierta en el poderoso huracán Lee en los próximos días, mientras se acerca a las islas de Sotavento, según el Centro Nacional de Huracanes de EEUU.
Miami, EEUU — La depresión tropical Trece se formó este martes en el Atlántico, donde podría convertirse en un «poderoso huracán» a fines de la semana, mientras se acerca a las islas de Sotavento, según pronósticos del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
Trece, que pasaría a ser conocido como Lee si evoluciona a la categoría de tormenta tropical, se encontraba a 2.295 kilómetros al Este de las Antillas Menores con un movimiento hacia el oeste-noroeste a 24 kilómetros por hora, según informó el NHC en su primer boletín sobre el sistema meteorológico.
La depresión tropical mantiene vientos máximos sostenidos cerca de 55 km/h con ráfagas fuertes. «Se pronostica que la depresión se convertirá en huracán en un par de días y podría convertirse en un gran huracán en unos pocos días», indicó el Centro, con sede en Miami.
De acuerdo con el cono de trayectoria proyectada por el NHC, Trece podría evolucionar en huracán en algún momento entre el miércoles y el jueves próximos.
Aunque de momento no representa peligro para zonas habitadas, expertos recomiendan el monitoreo del sistema para las Islas de Sotavento, a donde llegaría en la mañana del sábado 9 de septiembre.
La amenaza de Trece se cierne sobre el Caribe y la costa este de Estados Unidos días después de que Idalia tocara tierra como un «peligroso huracán» muy cerca del Big Bend, en la porción noroeste de Florida, donde la curva de la península se une al Golfo del estado.
Durante los últimos 30 años, las temperaturas en las Américas han aumentado un promedio de 0.2 grados Celsius por década, causando calor extremo, sequía y calentamiento en los océanos, señala nuestra aliada la Voz de América.
Esto ha llevado a que temporadas de huracanes en el Atlántico como la del 2023, tenga 60 % de posibilidades de ser “más activa de lo normal”, según pronosticó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU.