«Los ciudadanos estadounidenses que elijan viajar internacionalmente deben hacer planes de contingencia, ya que es posible que tengan que permanecer en un país extranjero más tiempo del planeado originalmente, lo que correrá por su cuenta», dijo el Departamento de Estado en una nota de prensa.
Washington, D.C.–El Departamento de Estado advirtió que los estadounidenses que viajan al extranjero «deberían hacer planes de contingencia» a medida que países de todo el mundo se enfrentan a un número creciente de casos de COVID-19 provocados por la variante ómicron.
«Los ciudadanos estadounidenses que elijan viajar internacionalmente deben hacer planes de contingencia, ya que es posible que tengan que permanecer en un país extranjero más tiempo del planeado originalmente, lo que correrá por su cuenta», dijo el departamento en una nota de prensa difundida el jueves.
«El Departamento recomienda un seguro de viaje internacional con cobertura para cancelaciones de viajes y beneficios médicos relacionados con COVID», agregó.
El Departamento de Estado también señaló que para los estadounidenses de 2 años o más que regresen a los EE.UU. después de un viaje internacional, necesitarían una prueba de recuperación de COVID-19 o una prueba negativa de COVID-19 tomada dentro de un día antes de que estén programados para regresar.
Otros gobiernos extranjeros también pueden tener una guía adicional de COVID-19 para los visitantes al ingresar al país, agregó el Departamento de Estado.
La guía subraya la seriedad con la que los funcionarios se están acercando a la nueva variante ómicron, cuya propagación ya ha provocado escasez de personal y reducciones en ciertos servicios en los Estados Unidos.
Los funcionarios de salud dicen que la variante, descubierta por primera vez hace solo un mes en Sudáfrica, es altamente transmisible, pero los primeros datos también sugieren que puede no ser tan grave como el delta para las personas vacunadas.
«Ahora sabemos, de manera incontrovertible, que se trata de un virus muy, muy transmisible. Lo sabemos por las cifras que estamos viendo» dijo Anthony Fauci, asesor médico en jefe de la Casa Blanca, durante una sesión informativa el miércoles. Agregó que «todos los indicios apuntan a una menor gravedad de ómicron versus delta».
Un estudio sudafricano que analizó un sistema hospitalario en el “epicentro” de la nueva variante dijo que el ómicron parecía haber tenido ya su pico y no parecía causar un aumento correspondiente en hospitalizaciones y muertes.