Hasta el momento no hay víctimas mortales, pero sí se han realizado varios rescates. Los equipos de emergencia están movilizados para responder rápidamente a nuevas inundaciones. (Foto: Cortesía de la Voz de América).
  • Se declaró el estado de emergencia para asignar más recursos del condado a las áreas afectadas. Se suspendieron las escuelas, recogida de basura, transporte público y más de 400 vuelos
  • En algunos lugares se registraron 50 centímetros de agua, que han dejado un panorama desolador con fuertes inundaciones. Los pronósticos señalan que este sábado podrían registrarse hasta 25 centímetros de agua en algunas áreas, por lo que piden a la población seguir extremando las precauciones

Miami, EEUU — El sur de Florida continúa en alerta por el mal tiempo que, desde el martes, sigue azotando esta zona del estado. Las fuertes lluvias, en algunos lugares llegando a 50 centímetros de agua, han dejado un panorama desolador con fuertes inundaciones, vehículos atrapados en el agua y carreteras y vecindarios convertidos en verdaderos canales y lagos.

Al menos dos fallecidos han causado las precipitaciones en vías de comunicación impactadas por el mal tiempo. José Pernalete, de la Voz de América, con el informe…

“Las lluvias estuvieron muy intensas, estuvo muy difícil caminar por las calles porque había mucha inundación”, decía Greicy Martínez, una cubana residente a pocas calles del distrito financiero de Brickell, donde se registraron algunas calles anegadas por el agua.

La declaración de emergencia en el sur de Florida sirvió principalmente para destinar más recursos del condado para ayudar a los residentes afectados por las fuertes inundaciones en esta zona del estado. Se suspendieron las escuelas, la recogida de basuras, el servicio de transporte y más de 400 vuelos del aeropuerto internacional de Miami fueron cancelados.

“El mensaje principal es quedarse en casa o dentro de un lugar cuando está lloviendo. No manejen ni caminen por áreas inundadas, no se sabe qué peligros se esconden debajo del agua”, insistía la alcaldesa del condado Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, en declaraciones a los medios, entre ellos la Voz de América.

Además de Miami-Dade, otros cinco condados del sur de Florida seguían en alerta. Hasta el momento no se han contabilizado víctimas mortales, aunque sí algunos rescates.

“Pudimos rescatar a 34 personas. Recibimos 16 llamadas, tres fueron de hogares y las otras trece llamadas fueron de personas que necesitaban evacuación de vehículos”, comentaba James Reyes, jefe de seguridad pública de Miami-Dade.

Desde la administración local aseguran a la VOA que se han movilizado a una gran cantidad de equipos de emergencia, sin mencionar un número exacto, y que han implementado un plan de actuación para que se asegure la presencia de rescatistas en zonas que puedan inundarse con el objetivo de llegar a la zona de una forma más rápida y efectiva.

“La lluvia puede venir bien rápido, puede ocurrir en menos de 15 minutos, así que por favor estén al tanto de los mensajes del condado para mantener nuestra seguridad”, indicó un comisionado del condado Miami-Dade, ante los periodistas.

Las autoridades recalcan que no se ha dado una orden obligatoria de evacuación ya que solo se da durante una amenaza de marejada ciclónica por tormenta tropical o huracán. Pero no es el caso. Eso sí, las autoridades siguen pendientes de la evolución del tiempo porque las consecuencias, avisan, podrían ser catastróficas.

“Esas lluvias son suficientes para causar las inundaciones que han ocurrido y que pueden ocurrir en los próximos días”, apuntaba Robert Molleda, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos.

Los pronósticos señalan que este sábado podrían registrarse hasta 25 centímetros de agua en algunas áreas, por lo que piden a la población seguir extremando las precauciones.

“Yo vivo en un noveno piso, así que supongo que cuando llegue el agua al noveno piso ya estamos todos ahogados. Pero lo que había que hacer era seguir las instrucciones que siguieron de que nadie saliera si no era necesario, por eso estoy saliendo ahora a hacer las compras», decía Beatriz Fernández, que había aprovechado para ir al supermercado ya que las lluvias habían dado una tregua.