En el proceso de coordinación frente a la emergencia sanitaria también participaron el sector privado, sociedades científicas y entidades comunitarias. (Foto: Cortesía Embajada de los Estados Unidos).

Desde abril del 2020, la doctora Carmen Figueroa, epidemióloga de los CDC asignada a la Embajada de los Estados Unidos, apoyó de manera presencial la respuesta del Gobierno dominicano desde el Centro de Operaciones de Emergencias, (COE).

Santo Domingo, República Dominicana–La oficina de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo ha cooperado con varias agencias del Gobierno dominicano desde el inicio de la pandemia del COVID-19 para apoyar el sistema de salud pública y la respuesta ante la crisis sanitaria.

Desde abril del 2020, la doctora Carmen Figueroa, epidemióloga de los CDC asignada a la Embajada de los Estados Unidos, apoyó de manera presencial la respuesta del Gobierno dominicano desde el Centro de Operaciones de Emergencias (COE).

Desde el inicio de la pandemia, el COE fue responsable de coordinar la preparación y respuesta desarrollando varios planes de contingencia y acción, en los cuales la doctora Figueroa participó como representante de la Embajada de los Estados Unidos. Estos planes y protocolos se enfocaron en acciones preventivas, coordinación del manejo de recursos y traslados de pacientes de COVID-19.

Cuando aumentaron los casos en provincias como Duarte, Puerto Plata y Santiago, la respuesta a emergencias liderada por el COE sirvió para mejorar la coordinación entre distintas entidades y optimizar la respuesta a la crisis.

Por ejemplo, cuando la Policía Nacional, las alcaldías, el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) y otras instituciones colaboraron en la limpieza y desinfección de áreas extensas, el COE los ayudó a planificar y dirigir todas las acciones de coordinación entre las distintas instituciones hacia el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Respuesta Ante Desastres.

“Esta coordinación permitió evitar muchas duplicidades, sobre todo al principio, porque en muchas entidades había una preocupación por la saturación de los sistemas de salud, entonces el rol de cada entidad era importante”, aseguró Figueroa.

En este proceso de coordinación también participaron el sector privado, sociedades científicas y entidades comunitarias.

Uno de los roles principales del COE fue la coordinación de traslado de pacientes. A inicios de la pandemia, el COE se destacó por su nivel de preparación y tuvo un liderazgo muy importante en el traslado de los primeros pacientes y en el entrenamiento del personal para que tomaran las medidas de protección correctas.

“Al principio, entre ellos y los trabajadores de la salud que entrenaron para el traslado de pacientes, no hubo prácticamente casos, y si hubo fueron muy pocos, por la calidad de los entrenamientos y la protección”, aseguró Figueroa.

La Embajada de los Estados Unidos también apoyó estos esfuerzos con la donación de trajes y equipos de protección avanzada.

Estandarizar y centralizar la coordinación de los traslados fue clave para la respuesta inicial y el manejo de pacientes de COVID-19”, indicó Figueroa.

“Era necesario transferir a los pacientes a centros autorizados en la menor cantidad de tiempo posible, considerando la distancia, la gravedad de la enfermedad y la capacidad del centro, lo cual requería un alto nivel de coordinación con los servicios privados y los centros que estaban recibiendo casos de COVID-19 a nivel nacional.”

Añade además que “Los CDC proveyeron asistencia técnica para mejorar y fortalecer los sistemas de monitoreo y una base de datos segura para el seguimiento, la clasificación y la ubicación de los pacientes.

Trabajar en estrecha colaboración con conductores, paramédicos, médicos y enfermeras fue clave para obtener una mejor comprensión del proceso y contextualizar nuestro apoyo de acuerdo a sus necesidades”.