Los microplásticos se caracterizan por tener un tamaño que varía entre 1 um y 5 mm y, se han encontrado en todos los entornos analizados, inclusive en el agua y los alimentos que comemos.
  • Los datos muestran una presencia más elevada de microplásticos en el agua que se encuentra cargada en las botellas que se comercializan, en comparación con el agua que se consume directamente de la canilla, que “mostró una concentración media de 0.0125 MP/L y 0.0322 PANP/L
  • Si bien las pequeñas piezas plásticas en el agua envasada son significativamente mayores a la que sale directamente del grifo, “es muy poco probable que el material ingerido a través de esta vía cause efectos adversos en los humanos, debido a que la cantidad tomada en relación con el peso total es ínfima”, aseguró el equipo de científicos de EnviroPlaNet.

Londres, Reino Unido — Según un estudio realizado por la Red Temática de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación del Reino Unido, EnviroPlaNet en conjunto con la Universidad Autónoma de Madrid, se detectó una mayor diversidad de polímeros de tonalidades transparentes y fibras de celulosa, que coinciden con la composición de las botellas.

Si bien las pequeñas piezas plásticas en el agua envasada son significativamente mayores a la que sale directamente del grifo, “es muy poco probable que el material ingerido a través de esta vía cause efectos adversos en los humanos, debido a que la cantidad tomada en relación con el peso total es ínfima”, aseguró el equipo de científicos de EnviroPlaNet.

Los microplásticos se caracterizan por tener un tamaño que varía entre 1 um y 5 mm y, se han encontrado en todos los entornos analizados, inclusive en el agua y los alimentos que comemos.

¿Qué resultados arrojó el estudio realizado sobre la presencia de microplásticos?

De acuerdo con el trabajo de campo elaborado de forma colectiva por los profesionales británicos con la casa de altos estudios de la capital española se concluyó que “la concentración media de partículas micro plásticas (MP) en el agua embotellada fue de unas 0,7 MP/L (por litro), mientras que la concentración de partículas no plásticas de origen artificial (PANP) fue de unas 1,70 PANP/L”.

Los datos muestran una presencia más elevada de microplásticos en el agua que se encuentra cargada en las botellas que se comercializan, en comparación con el agua que se consume directamente de la canilla, que “mostró una concentración media de 0.0125 MP/L y 0.0322 PANP/L.

“El principio de precaución obliga a ser cautelosos con el riesgo de contaminantes plásticos en el agua potable. Es fundamental que los gobiernos y organismos reguladores apoyen estudios para desarrollar políticas informadas sobre los contaminantes en los alimentos y el agua”, aconsejan desde la Universidad Autónoma de Madrid.

“Para este trabajo, analizamos botellas procedentes de cinco de las principales marcas de agua embotellada, que en conjunto representan el 40 % del mercado de agua embotellada sin gas en España. Por cada marca de agua se procesaron un total de 45 litros contenidos en botellas de plástico (PET) de 1,5 litros.”