ARCHIVO - El expresidente de Perú Alberto Fujimori saluda en su casa de Santiago de Chile el 18 de mayo de 2006.

El expresidente peruano Alberto Fujimori falleció este miércoles a los 86 años. Fue uno de los políticos más controversiales del país, al que gobernó con mano dura durante una década. Su gobierno culminó con graves acusaciones contra los derechos humanos y corrupción

Lima, Perú — Alberto Fujimori, quien gobernó Perú con mano dura de 1990 a 2000 y se convirtió en una de las figuras políticas más divisorias del país, falleció este miércoles a los 86 años.

Fue su hija mayor y excandidata presidencial, Keiko Fujimori, la que hizo el anuncio a las 18:26 hora local a través de su cuenta de X. «Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”. El mensaje culminó con los nombres de los cuatro hijos y un “gracias por tanto papá”.

El exmandatario murió en Lima, en la vivienda de Keiko Fujimori. Horas antes su médico personal, Alejandro Aguinaga, aseguró a los periodistas que estaba luchando por su vida.

La última vez que fue visto en público fue a inicios de septiembre, cuando salía de una clínica limeña junto a su hijo menor Kenji, tras someterse a exámenes de rutina, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.

El primer hijo de japoneses en llegar a ser jefe de Estado de otro país en el mundo por voluntad popular fue elegido tres veces como presidente de Perú desde 1990 a 2000. Nacido en Lima en 1938, pasó sus últimos meses de vida en libertad al beneficiarse de un indulto humanitario que permitió su excarcelación en diciembre de 2023 tras pasar 15 años en prisión con cargos por asesinato.

Durante sus mandatos —el último de ellos de menos de un año— aplicó duras medida de ajuste económico, pero mantuvo altos niveles de popularidad. Sin embargo, en el año 2000, tras fuertes cuestionamientos internacionales por abusos a los derechos humanos, huyó a Japón y renunció por fax.

Después, el exmandatario fue condenado a 25 años de prisión, en 2009, con cargos por asesinato que lo señalaban como responsable de la creación y financiación en su gobierno de un escuadrón militar clandestino que mató al menos a 25 personas —entre universitarios y vecinos de un barrio de la capital, incluido un niño— a quienes consideraron exguerrilleros de Sendero Luminoso.

Su ascenso rápido al poder ocurrió en medio de la ruina económica en la que se encontraba Perú en julio de 1990, al término de los cinco años de gobierno de su antecesor, Alan García.

En agosto de ese año la inflación mensual llegó a 397% y el país soportaba una década de sangriento conflicto armado interno entre las fuerzas de seguridad y los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.