El Condado de Miami-Dade da los primeros pasos en la iniciativa del agroturismo, la cual avanza en medio del temor por el impacto de la ley antiinmigrante entre los trabajadores del campo
Miami, Florida — El condado de Miami Dade dio los primeros pasos para convertir granjas en espacios recreativos y de aprendizaje, a fin de que los turistas y locales puedan disfrutar de otros aspectos novedosos y complementario del turismo.
No obstante, la iniciativa del agroturismo avanza en medio del temor por el impacto de la ley antiinmigrante entre los trabajadores del campo.
En virtud de sus efectos en la mano de obra disponible y los empleos, el condado de Miami-Dade se sintoniza a tono con las propuesta de la Organización Mundial del Turismo, OMT, respecto al agroturismo.
Para cuenta, en particular, los exuberante paisajes tropicales de Homestead y Florida City, llenos de granjas y viveros locales para explorar.
En ese sentido, el organismo de la ONU entiende el turismo rural como “un tipo de actividad turística en el que la experiencia del visitante está relacionada con un amplio espectro de productos vinculados por lo general con las actividades de naturaleza, la agricultura, las formas de vida y las culturas rurales, la pesca con caña y la visita a lugares de interés.”
Las actividades de turismo rural se desarrollan en entornos no urbanos (rurales) con las siguientes características: i) baja densidad demográfica, ii) paisajes y ordenación territorial donde prevalecen la agricultura y la silvicultura, y iii) estructuras sociales y formas de vida tradicionales”.
El turismo rural, al igual que el turismo de montaña, tiene un gran potencial para estimular el crecimiento de la economía local y el cambio social, por su complementariedad con otras actividades económicas, su contribución al PIB y la creación de empleo y su capacidad de promover la dispersión de la demanda en el tiempo (lucha contra la estacionalidad) y a lo largo del territorio.