Los congresistas federales de Florida han firmado una carta dirigida al Secretario de Estado, Antony Blinken, en la que exigen la inmediata revocación de la visa de inmigrante otorgada a Manuel Menéndez Castellanos, un ex alto funcionario comunista cubano que ahora reside en Estados Unidos.
Miami, EEUU — Los congresistas federales María Elvira Salazar, Carlos Giménez, Mario Díaz-Balart y los senadores Marco Rubio y Rick Scott han firmado una carta dirigida al Secretario de Estado, Antony Blinken, y al de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorka, en la que exigen la inmediata revocación de la visa de inmigrante otorgada a Manuel Menéndez Castellanos, un ex alto funcionario del Partido Comunista de Cuba.
La carta subraya la indignación ante la presencia de Menéndez Castellanos en suelo estadounidense, y demanda que se tomen medidas inmediatas para corregir lo que considera una grave injusticia.
Manuel Menéndez Castellanos, quien arribó al Aeropuerto Internacional de Miami el pasado 16 de agosto de 2024, ha sido identificado como el beneficiario de una visa de inmigrante por reunificación familiar.
Sin embargo, su pasado como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Cienfuegos durante una década y su rol como miembro de la Asamblea Nacional desde 1998 hasta 2008, lo convierten en una figura controvertida.
Menéndez Castellanos fue además uno de los miembros clave del Equipo de Coordinación y Apoyo del dictador Fidel Castro y formó parte del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, lo que lo sitúa en una posición cercana a los altos círculos de poder del régimen de castrista.
En la carta se puntualiza que «dado que Manuel Menéndez Castellanos trabajó tan duro para defender el comunismo, debe pasar su jubilación viviendo en el sistema comunista».
El argumento de la misiva establece como inconcebible que alguien que ha dedicado su vida a subyugar al pueblo cubano en nombre del comunismo, pueda ahora disfrutar de las libertades y oportunidades que ofrece el sistema capitalista estadounidense.
La congresista María Elvira Salazar también envió una carta personal a Blinken, con copia a Benjamin Ziff, encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, exigiéndole que revoque la visa de Manuel Menéndez Castellanos.
Según la misiva, las visas estadounidenses deben ser reservadas para las víctimas del régimen cubano, no para quienes han sido parte de la maquinaria de represión.
“Haga lo correcto y cancele la visa de Manuel Menéndez Castellanos de inmediato; no merece pasar su jubilación en libertad», concluyó la carta, instando al Secretario Blinken a actuar sin demora.
Este caso ha generado una gran expectativa y atención mediática, especialmente entre la comunidad cubana en el exilio, que ve en esta situación una prueba más de las inconsistencias en la política migratoria estadounidense en lo que respecta a Cuba.
La presencia de Menéndez Castellanos en los Estados Unidos ha provocado indignación entre quienes consideran que su historial lo descalifica para vivir en libertad en un país democrático.
Los congresistas federales advierten que el futuro de Menéndez Castellanos en los Estados Unidos ahora depende de la respuesta del Departamento de Estado.
El argumento de la misiva establece como inconcebible que alguien que ha dedicado su vida a subyugar al pueblo cubano en nombre del comunismo, pueda ahora disfrutar de las libertades y oportunidades que ofrece el sistema capitalista estadounidense.