La policía antidisturbios se forma frente a un mural que representa al héroe de la independencia Simón Bolívar mientras los partidarios del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, marchan para defender los resultados de las elecciones, en Caracas, el 30 de julio de 2024. REUTERS

Fuerzas de seguridad implicadas en asesinatos y detenciones masivas tras las elecciones en Venezuela. Un informe de Human Rights Watch, HRW, indicó que alcanzó sus conclusiones basándose en entrevistas con testigos, periodistas y otras fuentes; revisiones de los certificados de defunción, videos y fotografías, y análisis de patólogos forenses y expertos en armas

Ciudad de México — Un grupo internacional de defensa de los derechos humanos implicó el miércoles a las fuerzas de seguridad de Venezuela y a grupos armados progubernamentales en los asesinatos ocurridos durante las protestas que siguieron a las disputadas elecciones presidenciales celebradas en julio en el país.

En un reporte que detalla las medidas represivas adoptadas por el gobierno tras la votación, Human Rights Watch afirmó que las evidencias creíbles recopiladas y analizadas por investigadores, forenses y expertos en armas vinculan a la Guardia Nacional y a la policía nacional con algunos de los 24 asesinatos ocurridos durante las protestas contra los resultados de los comicios.

El grupo concluyó también que bandas violentas afines al partido gobernante también “parecen ser responsables” de algunos de los decesos, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.

Veintitrés de los fallecidos eran manifestantes o transeúntes y uno era miembro de la Guardia Nacional Bolivariana.

“La represión que estamos viendo en Venezuela es brutal», dijo Juanita Goebertus, directora de la división de las Américas de HRW en un comunicado. “La comunidad internacional debe tomar medidas urgentes para garantizar que los venezolanos puedan protestar pacíficamente y que su voto sea respetado».

HRW indicó que alcanzó sus conclusiones basándose en entrevistas con testigos, periodistas y otras fuentes; revisiones de los certificados de defunción, videos y fotografías, y análisis de patólogos forenses y expertos en armas.

Miles de personas, incluyendo menores, salieron a las calles en toda Venezuela horas después de que las autoridades electorales, leales al partido gobernante, declararan al presidente, Nicolás Maduro, como vencedor de las elecciones. Las manifestaciones fueron en su mayoría pacíficas, pero los inconformes también derribaron estatuas del predecesor de Maduro, el difunto Hugo Chávez, arrojaron piedras contra agentes de seguridad y edificios, y quemaron motos de la policía y propaganda gubernamental.

Maduro y sus aliados, que controlan todos los aspectos del gobierno del país, respondieron a las movilizaciones con toda la fuerza, llevando a cabo detenciones arbitrarias y enjuiciamientos, así como una campaña que anima a la población a denunciar a familiares, vecinos y conocidos que participaron en las protestas o dudan de los resultados electorales.

Entre los asesinatos detallados en el reporte de Human Rights Watch está el de Rancés Daniel Yzarra Bolívar, un ingeniero civil de 30 años que trabajaba en un tráiler de comida y participó en las protestas del 29 de julio en la ciudad de Maracay, en el norte del país, según el grupo.

Un reportero contó a los investigadores que inicialmente la manifestación fue pacífica, y otro testigo dijo que los participantes pidieron a los soldados de un complejo militar que se unieran a ellos. Uno de los soldados les ordenó que se marchasen, y algunos lo hicieron.

Los investigadores verificaron videos que muestran a manifestantes pacíficos y agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines. Otra grabación, que los investigadores geolocalizaron a unos 150 metros (490 pies) del complejo militar, muestra humo cerca del recinto y se escucha a una persona diciendo que son las 17:37 horas y que los agentes están lanzando gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.