El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, y director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina, afirmó que los agravios de la guerrilla representan un nuevo ejemplo de cómo los grupos de poder, así sean públicos, privados o del crimen organizado, estigmatizan al periodismo para restarle credibilidad.

La entidad hemisférica criticó las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro sobre el caso.

Miami, EE.UU. — La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó indignación por el asesinato en Brasil del periodista británico Dom Phillips y el experto indigenista Bruno Pereira. La organización pidió a las autoridades una investigación profunda y justicia por los casos.

La Policía Federal confirmó ayer que Phillips y Pereira fueron asesinados en el Valle de Javarí, en la Amazonía. Uno de los dos hermanos sospechosos detenidos confesó su participación en el crimen e indicó dónde estarían enterrados los cuerpos en Atalaia do Norte, en el estado de Amazonas.

«Lamentamos y expresamos indignación por los asesinatos. Cuestionamos además las informaciones contradictorias y confusas que desde un principio se dieron a conocer, agudizando aún más el sufrimiento de los familiares de las víctimas», expresó el presidente de la SIP, Jorge Canahuati, CEO de Grupo Opsa, de Honduras.

Phillips, de 57 años, corresponsal en Brasil y colaborador del periódico The Guardian, escribía un libro sobre preservación ambiental en la región amazónica. Lo acompañaba Pereira, de 41 años, experto y defensor de las comunidades indígenas.

Ambos iniciaron su viaje a la selva el 3 de junio y se esperaba su regreso a Atalaia do Norte para el 5 de junio.

«La muerte de Phillips en Brasil se convierte en otra tragedia para la prensa del hemisferio, que este año acumula 19 periodistas asesinados en seis países de las Américas», dijo Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información y director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina.

Canahuati y Jornet, consideraron como «estigmatizantes, despectivas, desacertadas y peligrosas» las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro, quien sugirió que Phillips y Pereira habían emprendido una «aventura no recomendable» y afirmó que el periodista «era mal visto» en la región por sus artículos contra la minería ilegal y temas ambientales.

Marcelo Rech, presidente de la Asociación Nacional de Periódicos de Brasil (ANJ, en portugués), destacó en entrevista para el podcast de la SIP «Periodismo en riesgo», que la repercusión mundial del caso ha sido fundamental para que el gobierno asuma una postura, acelere la búsqueda y creara una fuerza de tarea para atender la investigación.

En el Índice Chapultepec de la SIP, instrumento de medición de las libertades de expresión y de prensa, Brasil mantiene un desempeño desfavorable. Ocupa el puesto 19 entre 22 países analizados en las Américas. «El discurso autoritario del Poder Ejecutivo no solo afecta a la prensa con los constantes ataques y ofensas, sino que deteriora la ya frágil democracia en el país», concluye el Índice.