“En este se presentan evidencias sobre los tormentos a los que son sometidos los venezolanos día a día para sostener la dictadura de Maduro”, dijo Héctor Schamis, asesor del secretario general de la OEA. (Foto: Cortesía de la Voz de América).

Entre los métodos de tortura descritos por víctimas al Instituto CASLA, también se encontró cortaduras en las plantas de los pies con navajas, azotes con látigos, correas o cables eléctricos, ahogamientos en pozos de agua natural, fracturas en el rostro y ahorcamiento.

Washington, DC — Arrancar las uñas y los dientes, o el uso de descargas eléctricas, son algunos de los métodos que se estarían usando contra los presos políticos en Venezuela, según un informe divulgado este miércoles por el Instituto CASLA, un centro de estudios para América Latina, y la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.

“En este se presentan evidencias sobre los tormentos a los que son sometidos los venezolanos día a día para sostener la dictadura de Maduro”, dijo Héctor Schamis, asesor del secretario general de la OEA.

Tamara Suju, directora ejecutiva del Instituto CASLA, aseguró durante la presentación que las celdas de tortura ubicadas en el subsótano de la sede principal del DGCIM en Boleíta de Caracas “han sido nuevamente activadas para torturar física y psicológicamente a los que están en ese lugar”. El objetivo, según dijo, «es castigarlos incomunicados, aislarlos completamente de ruidos y luz, y que sus gritos no sean escuchados”.

Entre los métodos de tortura descritos por víctimas al Instituto CASLA, también se encontró cortaduras en las plantas de los pies con navajas, azotes con látigos, correas o cables eléctricos, ahogamientos en pozos de agua natural, fracturas en el rostro y ahorcamiento, informa la Voz dew América.

“En las narradas como las más crueles, que no son aquellas que dejan huella física pero las víctimas las describen como las más dolorosas, están las amenazas de detención, detención o simulación de tener a sus familiares detenidos”, dijo Suju. En al menos nueve incidencias, las víctimas fueron amenazadas mientras eran interrogados.

“En el 2022 la lista de presos políticos aumentó con las detenciones de sindicalistas, militares, de partidos políticos, militantes, periodistas y civiles que el régimen acusa de conspiración”, apuntó Suju.

El Instituto CASLA documentó en el informe 19 incidencias nuevas donde las víctimas fueron sometidas a crímenes de lesa humanidad. “En tres incidencias las víctimas reflejaron haber sido llevadas a los distintos centros de detención o centro de torturas clandestinos con otras personas, pero sin conocer la cifra exacta porque todos estaban encapuchados”, agregó Suju.