Más de un millón de personas han huido de sus hogares y muchos acataron la orden israelí de marcharse al sur del enclave, a pesar de los continuos ataques sobre el aislado territorio. (Foto: Cortesía de la Voz de América).

El ejército israelí dijo que sus tropas terrestres entraron a Gaza y atacaron docenas de objetivos insurgentes en las últimas 24 horas

Deir Al-Balah, Franja de Gaza — Las fuerzas israelíes, respaldadas por aviones de combate y drones, hicieron una segunda incursión en la Franja y atacaron objetivos en las afueras de la Ciudad de Gaza, dijo el viernes el ejército, que se prepara para una esperada invasión terrestre del territorio controlado por el grupo islámico Hamás.

La aviación estadounidense, por su parte, atacó objetivos en el este de Siria que, según el Pentágono, estaban vinculados a la Guardia Revolucionaria de Irán, tras una serie de ataques de combatientes respaldados por Teherán contra sus fuerzas en la región, lo que aviva las ya elevadas tensiones regionales alimentadas por la guerra de casi tres semanas en Gaza.

La cifra de víctimas mortales palestinas supera las 7.000 tras oleadas de devastadores ataques aéreos israelíes en respuesta a la sangrienta incursión de Hamás en el sur del Israel el 7 de octubre, informa la Voz de América.

El Ministerio de Salud en Gaza, que está controlado por el grupo y lleva el conteo de los decesos, hizo público el jueves un listado detallado con los nombres y números de identificación de los fallecidos, entre los que hay más de 2.900 menores y más de 1.500 mujeres.

El total supera con creces la suma de los muertos de las cuatro guerras anteriores entre Israel y Hamás, que se estiman en alrededor de 4.000.

Más de 1.400 personas murieron en Israel, en su mayoría civiles que fueron asesinados en el ataque inicial de Hamás, de acuerdo con el gobierno israelí. El grupo insurgente tiene al menos 229 cautivos en Gaza, entre los que hay hombres, mujeres, niños y ancianos.

La campaña aérea israelí ha arrasado vecindarios enteros y causado un nivel de muerte y destrucción nunca visto en los enfrentamientos previos entre los dos bandos.

Más de un millón de personas han huido de sus hogares y muchos acataron la orden israelí de marcharse al sur del enclave, a pesar de los continuos ataques sobre el aislado territorio.