Usted da pena y vergüenza, doctora. Es decir que usted también desconocía que en Bahía de Las Águilas no hay hoteles ni casita de veraneo como dice usted en sus declaraciones a los medios..
Por Carlos Julio Féliz
He visto con gran pena, lamento y tristeza un video donde una joven profesional, nativa de San Francisco de Macorís, de nombre -según dice ella- la doctora Mayra Rojas. No sé si médico o abogada.
Esta joven acaba con nuestra marca provincia, Bahía de Las Águilas, tras visitar a Pedernales durante la Semana Mayor.
Manifestó que se iba tan desilusionada que no vuelve jamás.
¿A buscar qué?, dice, al indicar que en el lugar no hay nada que ver.
Entendí en parte su desilusión motivado por algo que los pedernalenses no nos cansamos de denunciar, el deterioro de la carretera que conduce a Bahía de Las Águilas. Incluso el peligro que representa la prolongada bajada a la citada Playa.
Dice que Bahía de Las Águilas se ve muy linda por internet, que pensó que era una playa extensa como Playa Grande, de Río San Juan. Y define la nuestra como una porquería y no un sueño como ella creía.
Dice que pensó que la Playa tenía casitas de veraneo y que lo único que hay que ver es cactus. Que lo que sintió fue miedo al ver una iguana.
La joven me lució un tanto engreída, desorientada, arrogante, desinformada, confundida y malcriada.
No lució con la prudencia y formación que caracteriza a los Franco-macorisanos que conozco y de otros que nos han visitado o de los que residen o han residido en Pedernales.
Usted, doctora Rojas, parece que no ha estado al tanto de que esa playa está en estado virgen. Es decir al natural.
La belleza, doctora, es subjetiva, pero lo que sí es objetivo es que esta playa de tonalidades azules y arena blanca tiene 7.5 kilómetros de arena. ¿A donde, en el país, usted ha visto otra así?
Es incomparable, sin igual en la región del Caribe. Está considerada una de las más hermosas del mundo. Déjeme decirle, doctora, que las imágenes que usted ve por internet no reflejan ni un uno por ciento de lo que son nuestras hermosas costas.
¿Usted no sabía doctora, antes de hacer el viaje, que la vegetación que usted vio en ese lugar es la xerófila. Y que es la zona del país de más baja pluviometría, lo que le da una ventaja para las actividades turísticas?
Tampoco sabía que de zona de sol y arena usted pasa a una temperatura de 18 grados en verano y hasta cero en invierno, en las altitudes del Bahoruco, pasando por la vía panorámica Cabo Rojo-Aceitillar con extensos pinares en la parte alta que van más allá del Hoyo de Pelempito, una depresión, tras abrazar los mil 500 metros sobre el nivel del mar.
Es decir, doctora Rojas, que usted desconocía que la Iguana habita en bosques secos.
Usted da pena y vergüenza, doctora. Es decir que usted también desconocía que en Bahía de Las Águilas no hay hoteles ni casita de veraneo como dice usted en sus declaraciones a los medios.
Cierto que la bajada en la que usted se arriesgó es un gran peligro que los pedernalenses también hemos denunciado ante las autoridades y públicamente por largos años. Pero si se hubiese informado usted antes hubiese disfrutado en otra hermosura más cerca y tranquila, Playa Cabo Rojo.
Una gran piscina natural. Otra de nuestras costas que encantan a la gentes de aquí y las que nos visitan.
Que pena, doctora Rojas.
Por las barbaridades que dijo de nuestros bellezas naturales y por sus desconocimientos de nuestra provincia, que apunta a un ejemplo del ecoturismo nacional, pida perdón.
Valoramos y gracias por sus aportes por la denuncia del deterioro de las vías, en condiciones deplorables, durante largos años, pero la dañó diciendo que Bahía de Las Águilas es una porquería. Ahí la dañó, doctora.
Y cuando salga a hacer turismo le recomiendo que se oriente y que planifique su viaje. Cada región tiene sus peculiaridades y atractivos.
Los nuestros nos llenan de orgullo, como los encantos de la imponente ciudad de San Francisco y los de la provincia Duarte que llenan de orgullo a los hijos del Jaya.
Los pedernalenses somos grandes anfitriones. Quienes nos han visitado lo saben. Demasiado hospitalarios y buenos con nuestros visitantes, pero no permitimos que absolutamente nadie, sea quien sea, nos denigre no se sabe con que intensión.