Nos encontramos en un letargo del que debemos despertarnos. Es crucial que avancemos como comunidad con una agenda clara y firme que represente a la diáspora.
Carta a la Diáspora Dominicana y al Presidente de la República Dominicana
Por José Álvarez
Estimados miembros de la diáspora dominicana y señor Presidente,
Nos dirigimos a ustedes con un sentimiento profundo de frustración y una urgente necesidad de cambio. Es imperativo reflexionar sobre el futuro de nuestra comunidad, especialmente cuando nos vemos atrapados en un juego político que nos margina y nos trata como ciudadanos de tercera categoría.
El problema es claro: los integrantes de los partidos políticos que aplican la ley de mordaza a cambio de un cheque, una pensión o una promesa falsa están comprometiendo no solo su integridad, sino también el futuro de nuestra diáspora. Cada día, nuestros líderes parecen tomar menos en cuenta nuestras necesidades y aspiraciones, adoctrinándonos con su política como estilo de vida, paralizándonos en un juego donde solo somos valiosos cuando somos necesarios, como una querida después de la esposa.
Nos encontramos en un letargo del que debemos despertarnos. Es crucial que avancemos como comunidad con una agenda clara y firme que represente a la diáspora. No somos, ni seremos, como los gobiernos quieren tratarnos: ciudadanos de tercera categoría que solo merecen dádivas. Merecemos mucho más.
Nuestra comunidad contribuye significativamente a la economía nacional. Mensualmente, enviamos aproximadamente 57 mil millones de pesos a nuestro país, dinero que sostiene a muchas familias y dinamiza la economía. Sin embargo, en vez de ser reconocidos y valorados por estas contribuciones, somos ignorados y desestimados.
Es momento de exigir nuestro lugar legítimo en la sociedad. Necesitamos líderes que realmente representen nuestros intereses y que no se vendan por promesas vacías. Debemos organizarnos, educarnos y participar activamente en el proceso político, tanto en el país como en el extranjero.
A la diáspora dominicana, les instamos a unirse y trabajar juntos para lograr una representación justa y equitativa. Debemos formar una red de apoyo que empodere a cada uno de nosotros, promoviendo la educación, el emprendimiento y la participación política activa.
Al señor Presidente y a los líderes políticos de nuestro país, les recordamos que la diáspora dominicana es una fuerza vital para la nación. Es hora de que nuestras voces sean escuchadas y nuestras necesidades atendidas. No pedimos favores, sino justicia y reconocimiento.
Juntos, podemos construir un futuro mejor para todos. Un futuro donde cada dominicano, sin importar donde resida, tenga las mismas oportunidades y sea tratado con la dignidad y el respeto que merece.
Con esperanza y determinación, Jose Álvarez por la agenda patriótica de la Diáspora