El afamado productor musical, Hildemaro Álvarez, nominado a los Latin Grammys en varias oportunidades, aborda estos tópicos cada semana en este medio.

La operación comercial de la industria musical es compleja y para que puedas comprender como funciona, es necesario que sepas que no se trata de una sola, sino de varias industrias diferentes que coexisten y que se relacionan entre sí de manera muy estrecha, aunque sus estructuras operativas y sus correspondientes modelos de negocio son muy distintos.

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Por Hildemaro Álvarez*

Más de 25 años en franco crecimiento llevaba la industria de la música grabada en 1999 cuando un grupo de hackers adolescentes desencadenaron un turbulento proceso que socavó sus cimientos. Todo comenzó con la llegada de internet y específicamente con la aparición de la primera versión de Napster, un servicio de archivos compartidos P2P que les permitía a sus usuarios compartir y descargar música sin ninguna compensación a los propietarios de los derechos y que se popularizó en el mundo luego de que estos adolescentes la lanzaran ese mismo año.

De inmediato la industria discográfica reaccionó y demandó a Napster obligándola a interrumpir su servicio, sin embargo, rápidamente modelos más sofisticados aparecieron para tomar su lugar haciendo qué, a la larga, las estructuras tradicionales gradualmente perdieran el control que solían tener. De esta manera la venta de casetes, discos compactos y vinilos cayeron vertiginosamente hasta alcanzar números muy bajos que no se habían visto desde principio de los 70´s.

Después de 22 años es evidente que las cosas han cambiado mucho y aunque para el 2000 la industria discográfica había vendido más de 3.000 millones de discos en todo el mundo, la industria de la música se vio obligada a cambiar el modelo de negocio que había consolidado hasta ese entonces abandonándolo para darle curso a uno totalmente renovado, que todavía hoy día continúa experimentando cambios y transformaciones importantes debido a los aportes tecnológicos vinculados con el sector y a la reciente pandemia de 2020, lo cual ha precipitado una vez más, el cambio de los múltiples paradigmas que la mantenían en movimiento.

«La música es la banda sonora de la vida», Dick Clark.

Tres industrias en una sola que da lugar a la poderosa industria musical

La operación comercial de la industria musical es compleja y para que puedas comprender como funciona, es necesario que sepas que no se trata de una sola, sino de varias industrias diferentes que coexisten y que se relacionan entre sí de manera muy estrecha, aunque sus estructuras operativas y sus correspondientes modelos de negocio son muy distintos.

Los recursos que genera la industria musical provienen exclusivamente de la creación y explotación de la propiedad intelectual musical. Así pues, en el proceso se crea contenido musical, en otras palabras, se crean canciones que se graban, que se interpretan en directo en escenarios y que luego se distribuyen a los distintos consumidores a través de una variedad de mecanismos.

Además del público general, una parte importante de estos consumidores involucra negocios o industrias que licencian la música para usarla en publicidad, en programas de televisión, radio o el cine.

«Donde las palabras fallan, la música habla», Hans Christian Andersen.

Así pues, tienen lugar tres industrias: la discográfica, enfocada en la grabación de la música y su distribución a los consumidores; la industria de las licencias musicales, que concede licencias a empresas para la explotación de las composiciones y arreglos, y la música en vivo, cuyo negocio medular gira en torno a producir y promocionar espectáculos en directo, como giras y conciertos.

La forma en que la industria ha evolucionado hasta el día de hoy es fascinante, así que seguiremos hablando de su desarrollo en las próximas entregas.

Breve sobre el afamado productor musical Hildemaro Álvarez

Goza de gran reconocimiento en la industria como productor musical multigénero, pianista, compositor, arreglista, director musical, ingeniero de sonido y autor de libros musicales.

Ha sido nominado a los Latin Grammy Music Awards como productor en 2017 y ha participado en álbumes nominados a ese mismo premio en 2013, 2014, 2017, 2018 y 2020. Ha sido ganador del Premio ARPA 2019 como “Productor del Año», mientras que actualmente trabaja con figuras cimeras musicales en nuevas producciones latinoamericanas.

Ha producido álbumes que obtuvieron el Premio Pepsi Music en 2016, 2018 y 2019 y fue ganador del Premio Unsigned Only 2020 además del International Songwriting Competition 2021 donde fue seleccionado como compositor ganador entre más de 26 mil compositores registrados de 153 países