La soledad en personas mayores de 50 años incrementa riesgos cardiovasculares y de ACV según estudio de la Universidad de Harvard. Resultados de investigaciones realizadas mostraron un vínculo claro entre la soledad crónica y un mayor riesgo de ataques cardíacos.
Miami, EEUU — Un reciente estudio realizado por la Universidad de Harvard ha arrojado luz sobre un peligro desconocido que afecta a las personas mayores de 50 años: la soledad. Publicado en el portal eClinicalMedicine, la investigación de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard muestra que la soledad incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas en esta franja etaria.
El estudio analizó datos de 12 mil 161 participantes mayores de 50 años entre 2006 y 2008, quienes nunca habían sufrido un ataque al corazón antes de iniciar la investigación.
Estos individuos respondieron un cuestionario basado en la Escala de Soledad Revisada de UCLA, que evalúa la conexión de las personas con su entorno y su percepción de soledad.
Cuatro años después, 8 mil 936 de los participantes originales volvieron a completar el cuestionario. A partir de sus respuestas, los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos:
Impacto en la salud cardiovascular
Hasta 2018, se registraron 601 accidentes cerebrovasculares entre los participantes. Los resultados mostraron un vínculo claro entre la soledad crónica y un mayor riesgo de ataques cardíacos.
El grupo más afectado, aquellos que se sentían consistentemente solos, tenía un 56 por ciento más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón en comparación con aquellos que no se sentían solos.
La autora principal del estudio, Yenee Soh, destacó la creciente preocupación por la soledad como un problema de salud pública.
La investigadora advierte que «Cuando se experimenta de forma crónica, nuestro estudio sugiere que la soledad puede desempeñar un papel importante en la incidencia de accidentes cerebrovasculares, que ya es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad a largo plazo en todo el mundo».
Los hallazgos de la Universidad de Harvard destacan un aspecto crítico de la salud pública que a menudo pasa desapercibido.
La soledad no solo afecta el bienestar emocional, sino que también tiene consecuencias físicas graves, subrayando la importancia de crear comunidades más conectadas y solidarias.