Algunos de los factores que pueden influir en la motivación de las personas para ser delincuentes en nuestra sociedad son biológicos, psicológicos, sociales y económicos. (Imagen: Fuente externa).
  • ¿Por qué la gente comete crímenes y delitos? Algunos de los factores psicológicos que pueden contribuir al delito son la baja autoestima, la falta de empatía, la impulsividad y el trastorno de personalidad antisocial
  • Múltiples factores pueden afectar la capacidad de las personas para controlar sus impulsos, empatizar con los demás y ajustarse a las normas y leyes sociales

Por Jesús Rojas

El delito es un fenómeno que afecta a todas las sociedades del mundo. Es un desafío complejo y multifacético que no tiene una explicación simple o única. Sin embargo, algunos de los factores que pueden influir en la motivación de las personas para ser delincuentes en nuestra sociedad son biológicos, psicológicos, sociales y económicos.

Los factores biológicos se refieren a las características genéticas y fisiológicas que pueden predisponer a algunos individuos al comportamiento o conducta criminal. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que las personas con volúmenes más bajos de la amígdala, que están involucrados en el miedo y la agresión, son más propensas a ser violentas y mostrar rasgos psicopáticos.

Otros estudios han relacionado el abuso de sustancias, que puede alterar la química cerebral y afectar el juicio o la capacidad de discernir, con una mayor criminalidad. Los factores psicológicos también involucran los procesos mentales y emocionales que afectan la personalidad, las actitudes y las creencias de las personas.

Algunos de los factores psicológicos que pueden contribuir al delito son la baja autoestima, la falta de empatía, la impulsividad y el trastorno de personalidad antisocial. Estos factores pueden afectar la capacidad de las personas para controlar sus impulsos, empatizar con los demás y ajustarse a las normas y leyes sociales.

Los factores sociales se refieren a las influencias ambientales y culturales que moldean el comportamiento y los valores de las personas. Algunos de los factores sociales que pueden fomentar el crimen son la disfunción familiar, la presión de los pares, la exposición a los medios y la desigualdad social.

Estos factores pueden crear una sensación de alienación, frustración, resentimiento o derecho entre algunos individuos, que justifican recurrir al crimen como una forma de expresarse, ganar estatus, obtener recursos, romper la sensación de sentirse atrapado y sin salida, o decidir el destino de los demás para reivindicarse como antihéroes en la memoria colectiva.

Los factores económicos se relacionan con las condiciones materiales y financieras que afectan las oportunidades y las elecciones de las personas. Algunos de los factores económicos que podrían impulsar el crimen –no en todos los casos– son la pobreza, el desempleo, la falta de educación y la corrupción.

Estos factores pueden crear una situación de escasez, desesperación o injusticia, donde algunos individuos pueden percibir y justificar el delito como una opción racional o necesaria para sobrevivir o mejorar su situación.

En conclusión, la delincuencia es un fenómeno multifactorial que no se puede reducir a una sola causa o motivo. Las personas pueden cometer delitos por diversas razones, dependiendo de sus circunstancias biológicas, psicológicas, sociales y económicas.

Por lo tanto, para prevenir y reducir la delincuencia, es importante abordar estos factores de manera integral y completa, a través de políticas, programas e intervenciones efectivas que apunten a las causas raíz y no solo a los síntomas o motivos para delinquir.

El artículo fue escrito con asistencia de la inteligencia artificial