Las autoridades españolas despejan vías principales; hielo y nieve detienen transporte público y aíslan comunidades.
Madrid, España—Las autoridades del gobierno español realizan ingentes esfuerzos para retornar a la normalidad luego que en las últimas 48 horas un temporal, bautizado Filomena, paralizó la capital y afectó las provincias principales y numerosas comunidades autónomas.
La histórica tormenta invernal cerró escuelas, tribunales, vías y aceras, ahora convertidas en pistas de hielo, en un fenómeno inédito que tomó por sorpresa a todos en el fin de semana y sepultó bajo un extenso manto a una de las mayores ciudades europeas.
Palas escasas
Vecindarios completos de la capital española continúan bajo hielo y nieve, mientras efectivos militares del Ejército continúan las labores de despeje de las vías con menos sal y quitanieves de lo necesario.
Filómena también ocasionó intensas lluvias en otras regiones de España, con un saldo preliminar de tres muertos, mientras en Madrid los ciudadanos buscan desesperados palas para retirar la nieve y despejar los caminos y entradas y salidas de sus hogares.
Las calles se mostraban más desiertas que el domingo. Pese a los llamados de las autoridades a permanecer en casa, muchos madrileños salieron, con atuendos para la montaña o directamente con esquís, a jugar en la nieve o a hacer filas para entrar a los pocos supermercados abiertos.
Para no resbalar por las capas de hielo bajo la nieve en las aceras y la calzada, la gente caminaba muy despacio y algunos se ayudaban de bastones de nieve, mostraron imágenes de la televisión.
En el mercado de la plaza del barrio de Prosperidad, donde el parque infantil seguía cubierto de nieve y ramas caídas de pinos, se veía poca gente.
«La gente no sale, sobre todo las personas mayores. Hace un día para quedarse en casa», dice con buen humor el carnicero Javier Bermejo, que espera recibir más mercancía a partir del martes.
3.500 toneladas de sal
Para despejar las vías, las autoridades regionales distribuyeron 277 toneladas de sal a los diferentes municipios de la zona, y esperan recibir otras 3.500 toneladas.
En la región de Madrid, los centros educativos, desde infantil hasta la universidad, estarán cerrados hasta el martes, al igual que los tribunales de justicia, los museos, centros culturales y bibliotecas.
Las autoridades insisten en pedir a la gente que permanezca en sus viviendas, para no generar más problemas y comprometer el aprovisionamiento de los comercios y los accesos a hospitales, en plena escalada de contagios del nuevo coronavirus.
En total, 138 carreteras del país permanecen cortadas este lunes y otras casi 700 se mantienen «afectadas» por el temporal, indicó en un comunicado el Ministerio del Interior.
En el aeropuerto internacional de Madrid-Barajas, que se mantuvo cerrado casi todo el fin de semana, la actividad se retomaba progresivamente con el despegue de algunos vuelos a partir de la noche del domingo al lunes.
Mientras los autobuses públicos siguen sin circular en Madrid, el metro se ha mantenido funcionando. Los trenes de alta velocidad también se vieron afectados, y este lunes retomaban con lentitud rutas entre Madrid y ciudades como Barcelona, Salamanca o Zaragoza.
Los trenes de cercanía trabajaban a media máquina trasladando a miles de pasajeros que quedaron varados por el mal tiempo.