El comunicador Ciro Gómez, un crítico del Gobierno desde sus programas de radio y televisión, denunció haber sido blanco de disparos a 200 metros de su casa en la capital y mostró fotografías de los impactos en la camioneta blindada en que se desplazaba. (Imagen: Fuente externa).

Por el momento se desconocen las causas que llevaron al intento de asesinato del comunicador Ciro Gómez. La Fiscalía ha dicho que no descarta ninguna posibilidad.

Ciudad de México — Once presuntos miembros de una cédula criminal fueron detenidos en México por el ataque armado del que salió ileso en diciembre un reconocido periodista, aunque aún se investiga el móvil del atentado, dijeron el miércoles autoridades.

El comunicador Ciro Gómez, un crítico del Gobierno desde sus programas de radio y televisión, denunció haber sido blanco de disparos a 200 metros de su casa en la capital y mostró fotografías de los impactos en la camioneta blindada en que se desplazaba.

La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, detalló en rueda de prensa que se realizaron doce cateos de inmuebles durante la madrugada ligados a las investigaciones, en las que se usaron registros de cámaras de circuito cerrado de las calles de la urbe y testimonios de ciudadanos.

Las autoridades dijeron que no está claro el móvil del ataque y que los detenidos han sido acusados de tentativa de homicidio. La fiscal local, Ernestina Godoy, no descartó ninguna posibilidad y dijo que siguen las pesquisas.

El secretario de Seguridad de la ciudad, Omar García, afirmó que los arrestados pertenecen a un grupo que extorsiona a comerciantes y trafica drogas a pequeña escala en la capital y el vecino Estado de México, y estuvieron vigilando antes del ataque las oficinas del medio donde trabaja el comunicador.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, que cuestiona casi a diario a comunicadores como Gómez en su conferencia diaria, condenó el suceso en su día y lamentó la posible «inestabilidad política» que podría causar, pero luego especuló con que la acción pudo buscar «afectar» a su administración.

México es el país más mortífero para los periodistas, según organizaciones defensoras de la libertad de expresión, algunas de las cuales han denunciado que la violencia verbal del gobernante contra algunos medios y reporteros, a los que llama corruptos y vendidos, puede exacerbar la violencia contra ellos.