Cuatro países se abstuvieron de condenar lo que se vive en Nicaragua: El Salvador, dirigido por el presidente Nayib Bukele; de igual forma Honduras, México y Bolivia.
San José, Costa Rica — Al menos 27 países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenaron este viernes por medio de una resolución el cierre masivo de oenegés en Nicaragua, así como el hostigamiento y restricciones a organizaciones religiosas y voces críticas al presidente Daniel Ortega.
Por medio de una sesión extraordinaria solicitada por varias misiones permanentes, entre ellas Estados Unidos, se votó la resolución, que también reitera al sandinista Daniel Ortega que libere a todos los presos políticos y cese la persecución e intimidación de la prensa independiente.
En la sesión solamente hubo un voto en contra, San Vicente y Granadinas, aliado de Ortega.
Dos países se ausentaron de la sesión: Colombia, que recientemente restableció relaciones diplomáticas con la administración de Ortega, y Nicaragua, que solicitó su salida del organismo en noviembre de 2021.
También se abstuvieron de la votación El Salvador, Honduras, México y Bolivia.
«El periodismo en Nicaragua es prácticamente un delito», dice Canadá
Posterior a la votación, algunos países se refirieron a la crisis que vive Nicaragua. El representante interino de Estados Unidos en la OEA, Bradley A. Freden, señaló que el gobierno de Ortega “en vez de liberar a presos políticos” sigue hostigando a sus ciudadanos.
“Este régimen sigue mostrando dónde están sus prioridades, silenciando a la sociedad civil y en eso quiero ser claro: Estados Unidos apoya el pueblo de Nicaragua que busca un cambio pacífico con todas las herramientas que tenemos a disposición”, dijo Freden
El diplomático también condenó las sentencias contra los presos políticos, incluyendo la de dos sacerdotes nicaragüenses.
Freden denunció que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han intensificado la represión en Nicaragua durante las últimas dos semanas, amenazando la fe religiosa de sus ciudadanos, informa la Voz de América.
El embajador de Canadá, Hugh Adsett, dijo que “prácticamente es un delito” ejercer el periodismo en Nicaragua, y mencionó que en 2022 el índice de libertad de prensa del mundo colocó a Nicaragua en uno de los puntos más bajos.
Freden recordó que, aunque Nicaragua pidió salirse del organismo, su compromiso aún sigue vigente y entraría en vigor hasta noviembre de este año.
“Responsabilizamos al gobierno de Ortega por violaciones a los derechos humanos y exigimos la liberación de los presos políticos. Canadá enarbola su compromiso de apoyar a Nicaragua”, dijo.
El embajador de Ecuador, Manuel Montalvo Samaniego, expresó a los estados miembros que “no se puede permanecer en silencio ni en indolencia”, y tampoco “normalizar” lo que se vive en Nicaragua y llamó a denunciar la crisis política del país centroamericano.
“No hacerlo defraudaría las esperanzas de las naciones”, recalcó.
La representante permanente de Costa Rica en la OEA, Alejandra Solano, hizo «un llamado para la liberación de presos políticos, así como el cese e intimidación a prensa independiente». Costa Rica es el que refugia a la mayoría de los periodistas nicaragüenses que se exiliaron por amenazas del gobierno.
Finalmente, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, indicó que reconocía el compromiso del Consejo Permanente del organismo «con el retorno de la democracia en Nicaragua con su pueblo y en condenar las violaciones de derechos humanos del régimen en contra de la gente».