- La ola de violencia en Haití alcanzó a los barrios acomodados de su capital Puerto Príncipe y sus residentes hacen llamados desesperados para contener la situación
- Las evacuaciones de personal diplomático y ciudadanos extranjeros continúan
Puerto Príncipe, Haití — El lujoso barrio de Pétion-Ville en las periferias de Puerto Príncipe, la capital haitiana, cayó bajo la violencia que sacude al país con el ingreso de las pandillas a sus calles, que se habían mantenido ajenas a la crisis.
Medios de comunicación haitianos reportaron enfrentamientos entre pandillas que obligaron a los residentes a atrincherarse en sus casas, mientras en las calles de la comuna -donde están las sedes de 12 embajadas- se contaron al menos 15 cadáveres tras balaceras.
El barrio también alberga los hoteles de lujo de Puerto Príncipe, que el líder de las pandillas Jimmy «Barbeque» Cherizier amenazó la semana pasada, diciendo que iría a por los propietarios de establecimientos que escondan a políticos de la vieja guardia tras sus puertas, informa nuestra emisora aliada la Voz de América.
“Cuando me levanté para ir a trabajar, me encontré con que no podía salir porque el barrio estaba en manos de los bandidos”, dijo Samuel Orelus. “Eran unos 30 hombres con armas pesadas. Si el vecindario se hubiera movilizado, podríamos haberlos destruido, pero estaban fuertemente armados y no pudimos hacer nada”.
Recorrido
Periodistas de The Associated Press vieron por lo menos cinco cadáveres en los suburbios y sus alrededores, las pandillas bloquearon el acceso a algunas zonas residenciales.
Los residentes de las comunidades bajo fuego llamaron con insistencia a las estaciones de radio para pedir presencia policial; sin embargo, las fuerzas del orden se han visto desbordadas, con escaso personal y superadas con creces por los grupos pandilleros.
Además de Pétion-Ville, también se registraron enfrentamientos en los vecindarios acomodados de Meyotte, Diègue y Métivier.
Por la tarde del miércoles la policía también daba cuenta del asesinato de uno de sus oficiales en el barrio de Delmas 72, muerte que confirmó el sindicato policial.
La escalada de violencia ha obligado al cierre de bancos, escuelas y otros negocios de Pétion-Ville, que hasta el martes había estado exentos de la violencia armada que estalló en la capital el 29 de febrero.
La ofensiva de los pandilleros ha incluido incendios de sedes policiales, paralizado el aeropuerto internacional de Haití y ataques a prisiones para liberar a unos 4.000 reclusos.
Los desplazamientos internos entre las personas que huyen de los barrios bajo fuego son otra preocupación para la autoridad haitiana que tambalea en la formación de un gobierno provisional.
La deposición del cargo del primer ministro Ariel Henry, la semana pasada, como exigencia de las poderosas bandas, no ha apaciguado la situación. Henry dejará oficialmente el cargo una vez se establezca un consejo de transición, con el que la comunidad internacional ve una oportunidad para superar la crisis.
A principios de la semana pasada, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que esperaban que el consejo quedara conformado lo más pronto posible, pero algunas facciones elegidas para estar representadas rechazaron el plan o fueron incapaces de unirse en torno a un líder.