El gobierno de Estados Unidos acusó al vicepresidente Hugo Velázquez de actos significativos de corrupción. También señaló por actos de corrupción a Juan Carlos Duarte, quien ocupa actualmente la asesoría jurídica de la hidroeléctrica binacional Yacyretá.
Asunción, Paraguay — El vicepresidente paraguayo, Hugo Velázquez, dijo el viernes que renunciará a su candidatura presidencial y dimitirá a su cargo la próxima semana, tras ser señalado por Estados Unidos por actos significativos de corrupción.
«Por cuidar al movimiento (…) es mi obligación dar un paso al costado», dijo Velázquez a la radio Monumental de la capital paraguaya. Agregó que presentará su renuncia al cargo de vicepresidente la semana próxima para dejar el despacho «en regla».
Estados Unidos señaló a Velázquez por su participación en actos de corrupción significativos, acusándolo el viernes de haber ofrecido un soborno de más de un millón de dólares a un funcionario público «para obstruir una investigación que amenazaba al vicepresidente y sus intereses financieros».
También apuntó por actos de corrupción a Juan Carlos Duarte, quien ocupa actualmente la asesoría jurídica de la hidroeléctrica binacional Yacyretá.
El anuncio fue realizado por el embajador de Estados Unidos en Asunción, Marc Ostfield, en una conferencia de prensa en la delegación diplomática, al mismo tiempo en que el secretario de Estado, Antony Blinken, emitió un comunicado en Washington.
Ostfield dijo que el ofrecimiento de más de un millón de dólares a un funcionario público «se hizo para obstruir una investigación que amenazaba al vicepresidente y sus intereses financieros».
Velázquez, quien fue durante años fiscal en la zona de la Triple Frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil, es candidato a la presidencia en las elecciones internas del gobernante Partido Colorado que se llevarán a cabo a finales de diciembre representando el movimiento del presidente Mario Abdo.
Estados Unidos había ya apuntado al expresidente paraguayo Horacio Cartes, quien gobernó el país entre 2013 y 2018, por obstruir «una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su asociado criminal de un posible enjuiciamiento y daño político».
«Todas las designaciones de los Estados Unidos tienen un proceso de revisión rigurosa (…) de muchos meses. Para nosotros, nuestra prioridad como embajada es hacer todo lo posible para combatir la corrupción y la impunidad y vamos a utilizar todos los elementos que tenemos disponibles», agregó Ostfield.