Miembros del Congreso reanudan en el Capitolio el proceso de certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre.
Washington, D.C.–La sesión conjunta del Congreso se suspendió el miércoles por la tarde después de que un grupo de manifestantes asaltó el edificio del Capitolio de Estados Unidos.
Los legisladores federales reanudaron la sesión suspendida poco después de las 8pm, mientras que el portavoz de la mayoría, Mike McConnell, advirtió que «las turbas no impediran el ejercicio de la democracia en la nación, ni el debido proceso.»
El presidente Donald Trump se apoyó en gran medida en el vicepresidente Mike Pence el miércoles, al afirmar, incorrectamente, que Pence tiene autoridad unilateral para rechazar electores certificados por estados en los que afirma que su victoria fue robada.
“Mike Pence tendrá que ayudarnos, y si no lo hace, será un día triste para nuestro país”, dijo Trump a la multitud”, tras señalar que “El país no puede seguir dividiéndose en dos tribus con hechos separados.”
Poco después, el vicepresidente Mike Pence anunció que no accedería a la demanda del presidente Trump de que rechazara las listas de electores presentadas por los estados en conflicto.
«Es mi juicio meditado», –dijo–, «que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me impide reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no».
Fotos y videos de la escena mostraron a manifestantes rompiendo ventanas, posando en los pisos de la Cámara y el Senado y tomando las oficinas del Congreso. Al menos una mujer fue asesinada a tiros durante el caos, según informes de prensa.
Algunos legisladores tuvieron que abandonar el edificio del edificio del Capitolio, mientras que otros se refugiaron en el interior.
La policía estatal de Virginia, la Guardia Nacional y la policía antidisturbios se desplegaron a última hora de la tarde para despejar a los manifestantes de los terrenos del Capitolio. Pero muchos manifestantes permanecieron incluso después del toque de queda a las 6 pm impuesto por la alcaldesa de Washington DC Muriel Bowser.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell de Kentucky, quien durante mucho tiempo ha instado a sus miembros a no objetar las votaciones del Colegio Electoral, condenó la objeción a las votaciones de Arizona y habló en contra de seguir un “camino venenoso donde solo los ganadores de las elecciones aceptan los resultados.
«Sería incorrecto, –dijo–, privar de sus derechos a los votantes y declarar al Senado como una «junta nacional de elecciones con esteroides.»