El asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, agregó que la administración del presidente Joe Biden ha pedido a ambos países que trabajen juntos para "encontrar una solución a esta disputa diplomática". (Foto: Fuente externa).

Con el uso de una sección que permite al FBI investigaciones de espionaje chino y ruso, posibles complots terroristas y otras amenazas, también termina capturando las comunicaciones de ciudadanos y empresas estadounidenses

Washington, EEUU — El FBI debería dejar de usar una base de datos de la inteligencia estadounidense de correos electrónicos de extranjeros y otras comunicaciones al investigar delitos que no están relacionados con la seguridad nacional, recomendó un grupo de asesores de inteligencia de la Casa Blanca en un informe publicado el lunes.

Los hallazgos de la Junta Asesora de Inteligencia del Presidente se conocen cuando la Casa Blanca presiona al Congreso para que renueve la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera antes de su vencimiento a fines de este año.

Funcionarios de inteligencia dicen que la Sección 702 permite investigaciones de espionaje chino y ruso, posibles complots terroristas y otras amenazas, informa la Voz de América.

No obstante, las agencias de espionaje también terminan capturando las comunicaciones de ciudadanos y empresas estadounidenses, y una serie de errores de inteligencia en el FBI ha avivado las críticas bipartidistas a la oficina que ha dado forma al debate sobre la renovación de la ley.

Algunos legisladores de ambos partidos y grupos de libertades civiles han pedido restricciones más estrictas a cómo el FBI utiliza el espionaje a extranjeros para buscar datos de estadounidenses.

Si bien la Casa Blanca no se comprometió a aceptar los cambios recomendados, los funcionarios del gobierno elogiaron el lunes el trabajo de la junta y nuevamente pidieron al Congreso que reautorice el programa de vigilancia.

La junta argumenta en su informe que la Sección 702 es fundamental para la seguridad nacional y señala que permitir que el programa caduque sería una “falla de inteligencia” y un retroceso con respecto de los cambios posteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.