Luis Almagro, secretario general del organismo lamentó la falta de “avances de ningún tipo en condiciones electorales, cooptación de poderes, situación de justicia, situación de presos políticos, libertad expresión y otros derechos y libertades fundamentales”.
Miami, EE.UU. –Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), comunicó al Consejo Permanente la negativa del gobierno de Nicaragua a colaborar con el organismo. Así mismo, denunció la falta de avance en cuestiones de respeto a los derechos humanos y otras libertades fundamentales.
“Se continuarán los refuerzos para que en su momento se permita a nuestra secretaría general facilitar mecanismo de diálogo con la autoridad en Nicaragua” dijo Almagro. Pero de las distintas gestiones a la fecha que la OEA dirigió tanto al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, como a la Cancillería del país, ninguna fue atendida.
Almagro informa que contactó a “oficiales del gobierno nicaragüense para gestionar posibles visitas a Nicaragua” en calidad de misión especial, pero también relató que, de las gestiones emprendidas, “no se ha recibido el beneplácito” del presidente Ortega y que la Cancillería aseguró que una misión a Nicaragua “no es posible en el presente contexto”.
Presentamos informe al Consejo Permanente sobre las gestiones realizadas por la Secretaría General de la @OEA_oficial respecto a los contactos realizados ante el gobierno de #Nicaragua para el envío de una misión especial.
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) January 19, 2022
Mis palabras al @CP_OEA. pic.twitter.com/W7Y1dXyu81
El secretario general lamentó la falta de “avances de ningún tipo en condiciones electorales, cooptación de poderes, situación de justicia, situación de presos políticos, libertad expresión y otros derechos y libertades fundamentales”.
Ya en noviembre de 2021 Almagro urgió renovar la defensa de la democracia y los derechos de los nicaragüenses. La OEA denunció el año pasado las votaciones del 7 de noviembre en Nicaragua, asegurando que carecían de legitimidad democrática, de transparencia y de justicia, pues se desarrollaban en un clima represivo, sin observación internacional y con múltiples abusos de autoridad e irregularidades.
En consecuencia, el gobierno de Nicaragua denunció el documento fundacional de la OEA y se encaminó a un proceso de dos años para desligarse del organismo. Al acabar la espera, Nicaragua se unirá a Cuba, país expulsado de la organización en 1962, fuera de la OEA.
Desde el inicio de la crisis de Nicaragua en 2018, la relación entre el organismo y el gobierno sandinista ha sido tensa. Al principio, el gobierno nicaragüense trató de exponer su perspectiva de los eventos ocurridos durante el ciclo de protestas que pedía la renuncia de Ortega, pero sus avances tuvieron poco éxito y eventualmente optaron por desligarse y denunciar al organismo que agrupa a los gobiernos de América.