Después algunos quisieron, / tumbar a los tumbadores. / Convirtiendo a un policía, / en cantor de los cantores.
Por Eugenio Fortunato*
Qué gran entuerto hay armado,
con 400 kilitos,
que un grupo de policías,
le tumbó a unos bandiditos.
Después algunos quisieron,
tumbar a los tumbadores,
convirtiendo a un policía,
en cantor de los cantores.
Fue nombrado a investigar,
el jefe de Asuntos Internos.
Y resulta que hasta su hija,
está metida en ese infierno.
La cosa está complicada.
Hay 200 kilos perdidos,
lo que indica que quizás,
tenían jefe los jodidos.
El abogado defensor,
de los policías implicados,
fue jefe de los fiscales,
en el reciente pasado.
* El escritor y decimero dominico-americano, Eugenio Fortunato, denominado entre los suyos como “el genio Fortunato”, cuna de una distinguida familia vinculada al quehacer literario, cinematográfico y otras áreas profesionales.
Él, además, es autor del libro «Rimas y Picardías». En una de sus estrofas poéticas expresa con certeza que «Hay quien piensa haber cumplido porque se lava las manos, pero recibe o visita a fulano y a mengano», en franca alusión a que no debemos recibir visitar a nuestros hogares durante la cuarentena las regulaciones de este distanciamiento como medidas de prevención y evitar contagios ante la pandemia del COVID-19.