La Libertad de Prensa es esencial para la democracia.

Si bien 2024 es el mayor año electoral de la historia mundial, 2023 también fue el escenario de elecciones cruciales, especialmente en América Latina, donde accedieron al poder depredadores autoproclamados de la libertad de prensa y de la pluralidad de los medios, como Javier Milei en Argentina (66o, -26 puestos), quien, en un acto simbólico y preocupante, cerró la mayor agencia de noticias del país.

Miami, Florida. – A escala mundial, se impone una constatación: la libertad de prensa está amenazada por los mismos que deberían ser sus garantes: las autoridades políticas. De los cinco indicadores que conforman la puntuación de los países, el indicador político es el que más desciende en 2024, con una caída de 7,6 puntos, según revela la nueva edición de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Los Estados fracasan en la protección del periodismo

Un número creciente de gobiernos y autoridades políticas fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo y para el derecho de la ciudadanía a una información fiable, independiente y plural. RSF observa un deterioro preocupante del apoyo y el respeto a la autonomía de los medios, así como un aumento de las presiones que ejercen los Estados u otros actores políticos sobre ellos.

“Cuando más de la mitad de la población mundial está convocada a las urnas en 2024, RSF advierte de un importante fenómeno revelado por la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024: el declive del indicador político, uno de los cinco que componen este índice.


Los Estados y las fuerzas políticas, independientemente de su orientación, desempeñan un papel cada vez menor en la protección de la libertad de prensa. Este desentendimiento se acompaña, en ocasiones, de un cuestionamiento del papel de los periodistas, o incluso de la instrumentalización de los medios en campañas de acoso o desinformación.

Un periodismo digno de ese nombre es, por el contrario, un requisito previo para un sistema democrático y para el ejercicio de las libertades políticas”.

«A escala internacional, este año se caracteriza por la ausencia manifiesta de voluntad política de la comunidad internacional para aplicar los principios de protección de los periodistas, especialmente la resolución 2222 del Consejo de Seguridad de la ONU.

La guerra en Gaza ha supuesto un número sin precedentes de ataques contra periodistas y medios desde octubre de 2023: más de 100 reporteros palestinos han sido asesinados por el ejército israelí, de los cuales al menos 22 se encontraban en el ejercicio de sus funciones.»Anne Bocandé | Directora editorial de RSF.

Lea mas detalles aquí: https://www.rsf-es.org/clasificacion-mundial-de-la-libertad-de-prensa-rsf-2024-analisis-general-el-periodismo-bajo-las-presiones-politicas/


En esta Clasificación 2024 de RSF, Palestina (157o), ocupada y bajo las bombas israelíes, se transforma en uno de los diez peores países del mundo en términos de seguridad para los periodistas. (Acceder al indicador de seguridad de la Clasificación de la Libertad de Prensa 2024).
El periodismo contra la desinformación en un año electoral

Si bien 2024 es el mayor año electoral de la historia mundial, 2023 también fue el escenario de elecciones cruciales, especialmente en América Latina, donde accedieron al poder depredadores autoproclamados de la libertad de prensa y de la pluralidad de los medios, como Javier Milei en Argentina (66o, -26 puestos), quien, en un acto simbólico y preocupante, cerró la mayor agencia de noticias del país.

Los periodos electorales van habitualmente acompañados de violencia contra los periodistas, como ha sido el caso en Nigeria (112º) y la República Democrática del Congo (123º). Mientras, las juntas militares que han tomado el poder en el Sahel, sobre todo en Níger (80º, -19 ), Burkina Faso (86º, -28) y Malí (114º, -1), no cesan de estrechar el cerco sobre los medios y de entorpecer el trabajo de los periodistas. La reelección del partido de Recep Tayyip Erdogan en Turquía suscita también preocupación: el país, en el puesto 158º, continúa perdiendo puntos en la Clasificación.

En el arsenal de la desinformación con fines políticos, el uso de la IA generativa en un contexto de no regulación también es fuente de inquietud. Los deepfakes ya son una herramienta de primer orden para influir en el curso de las elecciones. La prueba es el deepfake de audio del que fue víctima la periodista Monika Todova durante los comicios legislativos en Eslovaquia (29º, -12), uno de los primeros casos documentados de este tipo de ataques contra un periodista con el objetivo de influir en unas elecciones democráticas.

Muchos gobiernos ejercen un control cada vez más estrecho sobre las redes sociales e Internet: restringen el acceso, bloquean cuentas y borran mensajes con contenido informativo.

En Vietnam (174º), los periodistas que se expresan en las redes sociales son encarcelados casi sistemáticamente.

En China (172º), la mayor cárcel de periodistas del mundo, el gobierno sigue ejerciendo un control estricto sobre los canales de información, aplicando políticas de censura y vigilancia para regular los contenidos en Internet y limitar la difusión de informaciones consideradas sensibles o contrarias a la línea del partido.

En las Américas:

En la región de las Américas, la imposibilidad de los periodistas de cubrir historias relacionadas con el crimen organizado, la corrupción o el medio ambiente, por miedo a represalias, es un problema de primera magnitud. La proporción de países en situación “bastante buena” (amarillo) cae drásticamente, pasando de cerca del 36%, en 2023, al 21%, en 2024. Una de las mayores potencias económicas del mundo, Estados Unidos, pierde diez puestos. En casi todos los países de América del Sur, la situación de la libertad de prensa es ahora “problemática”. Este deterioro se explica esencialmente por la llegada al poder de depredadores de la libertad de prensa, como Javier Milei en Argentina, y por la incapacidad de los gobiernos para frenar la violencia contra los periodistas. México sigue siendo el país sin guerra más peligroso para los reporteros: 37 periodistas han sido asesinados desde 2019.