Once personas fueron arrestadas después de un mortal ataque en un concierto en Moscú que dejó al menos 133 muertos. Autoridades rusas aseguran que cuatro de los detenidos tuvieron implicación directa con el incidente
Moscú, Rusia — Las autoridades rusas arrestaron a 11 personas, reportaron medios estatales el sábado, un día después de que hombres armados irrumpieron en una sala de conciertos de Moscú en un macabro ataque que dejó al menos 133 muertos.
El Comité de Investigación ruso señaló que cuatro de los detenidos estuvieron implicados de forma directa en el incidente que causó un incendio en el centro comercial y provocó el derrumbe del techo de su sala de conciertos.
Las agencias rusas parecieron sugerir que el atentado estaba relacionado con Ucrania aunque el Estado Islámico se atribuyó la autoría en un comunicado. Un funcionario de inteligencia de Estados Unidos dijo a The Associated Press que las agencias estadounidenses habían confirmado que el grupo extremista era el responsable del ataque.
Los cuatro sospechosos fueron detenidos en la región de Bryansk, al oeste de Rusia, “no lejos de la frontera con Ucrania», indicó el Comité de Investigación. Tenían previsto cruzar la frontera al país vecino, donde “tenían contactos”, reportó la agencia noticiosa estatal Tass, citando al Servicio Federal de Seguridad (FSB). El director del departamento informó al presidente del país, Vladímir Putin, de los arrestos el sábado, según Tass.
El incidente se produjo apenas unos días después de que Putin consolidó su control del país con una aplastante victoria electoral. Fue el ataque más letal registrado en Rusia en años y ocurrió mientras la guerra del país en Ucrania entró en su tercer año, informa la Voz de América.
Poco después del asalto, algunos legisladores rusos apuntaron a Ucrania. Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, negó cualquier implicación de Kiev.
“Ucrania nunca ha recurrido al uso de métodos terroristas», dijo en X, antes Twitter. “Todo en esta guerra se decidirá únicamente en el campo de batalla».
Las imágenes compartidas por los medios estatales rusos el sábado mostraron a una flota de vehículos de emergencias todavía en el exterior de las ruinas del Crocus City Hall, un centro comercial y sala de conciertos con capacidad para más de 6.000 personas ubicado en Krasnogorsk, en el extremo occidental de la capital, Moscú.
Videos publicados en internet mostraban a hombres armados en el interior del recinto que disparaban a civiles a quemarropa. El techo del teatro, donde una multitud esperaba para asistir el viernes a un concierto de la banda de rock local Picnic, se derrumbó en la madrugada del sábado luego de que los bomberos pasaron horas luchando contra un incendio que comenzó durante el asalto.
En un comunicado publicado por su agencia de noticias Aamaq, la filial de Estado Islámico en Afganistán dijo que atacó una gran concentración de “cristianos” en Krasnogorsk. La autenticidad de la afirmación no ha podido verificarse por el momento.
Un funcionario de inteligencia estadounidense dijo a la AP, en las últimas semanas, las agencias de inteligencia del país recabaron información que apuntaba que la filial del EI estaba planeando un ataque en Moscú y que, a principios de mes, funcionarios de Estados Unidos compartieron en privado la información con funcionarios rusos.
El funcionario fue informado sobre el asunto, pero no tenía autorización para revelar información de inteligencia en público y bajo condición de anonimato.
Pocas horas después del atentado, el secretario general de la ONU, António Guterres condenó «en los términos más enérgicos posibles el ataque terrorista» en Moscú.
A través de su portavoz adjunto, Farhan Haq, el secretario expresó sus «más sinceras condolencias a las familias afligidas, al pueblo y al Gobierno de la Federación Rusa», y deseó una pronta recuperación a los heridos.