El sargento mayor de los USA Marines, Rafael Rodríguez, ha logrado escalar en su trayectoria militar, siendo un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de militares en Estados Unidos.

RoseMaryNews, ganador como «Mejor Medio Digital de la Diáspora Dominicana en Estados Unidos», por el Observatorio de Medios de la República Dominicana, declara al Sargento Mayor de los Marines de Estados Unidos, Rafael Rodríguez, como «Orgullo Latinoamericano» en honor a sus méritos acumulados

Por Rose Mary Santana

Miami, Florida. – Cuando se habla del Comando Sur de los Estados Unidos, no puede pasarse por alto el rol importante que juega esta entidad militar, uno de los diez comandos de combate unificado pertenecientes al Departamento de Defensa de los Estados Unidos, donde se destaca el sargento mayor de la Infantería de Marina, EE.UU, Rafael Rodríguez, como asesor de la generala Laura Richardson, Comandante de la institución.

Nacido en la denominada «novia del atlántico», Puerto Plata, muestra orgullo de sus raíces dominicanas y ser hispano. “Estoy increíblemente orgulloso de haber nacido en República Dominicana. Por ello, siempre lo he resaltado en mi biografía y a lo largo de mis años en la Infantería de Marina.”

“Ser hispano es un gran honor, especialmente en mi función actual como Sénior Asesor Líder de Comando (CSEL) de la General Laura Richardson, Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM)”, expresa con entusiasmo en nuestra entrevista exclusiva, este ejemplo militar con 32 años de carrera.

“Como Sargento Mayor, soy consciente de ser percibido como un ejemplo y un rayo de esperanza para los hispanos que aspiran a alcanzar estos puestos de mayor responsabilidad. Como Asesor de una General de cuatro estrellas, debo desempeñarme consistentemente al más alto nivel y teniendo en cuenta las expectativas de quienes dirijo”, indica el alto militar.

“Yo veo el servir y representar no solo a todos los hispanos, sino también a todo el personal subalterno que dirijo como un honor. Aquí en el Comando Sur, no es diferente; es solo que mi influencia es mucho mayor, ya que puedo llegar, no únicamente a los Marines, sino también a todas las demás entidades (Ejército, Fuerza Aérea, Armada, Cuerpo de Marines, Guardia Costera, Fuerzas Espaciales) y hasta civiles, que componen este destacado Comando Conjunto”, un rol que no debe ser una fácil tarea, pero sí viable cuando se tienen conocimientos para ello, como es su caso.

“Una de mis prioridades como CSEL siempre ha sido influir positivamente y dar soporte a los miembros más jóvenes del servicio y familias. He tenido el honor de trabajar con líderes fenomenales, a lo largo de mis casi 32 años de servicio, que han creído en mí, han valorado mis aportes y me han dado la libertad de desempeñarme de forma independiente para cumplir la misión como Sénior Asesor Líder de Comando del Comando Combatiente (COCOM).”

Su padrastro: Fuente inspiradora para su carrera militar en Infantería de Marina

“Sin lugar a duda, la razón número uno fue mi padrastro quien influyó más significativamente en enrolarme al servicio militar. Él era policía de carrera en la República Dominicana y formó parte de una organización única dentro de la Policía Nacional asignada a la Unidad de élite, el Campamento de Operaciones Especiales en el pequeño pueblo de Manoguayabo en Santo Domingo.”

Durante mi infancia, visité con frecuencia el campamento y caminé libremente por los terrenos, observando cómo entrenaban. Su alto nivel de disciplina ayudó a moldear la forma de comportarme cuando era un joven adolescente.

“Presenciar la capacitación, recuerdo con cariño, el compromiso, enseñanza y consejos de mis tíos, quienes formaban parte de estas organizaciones, así como de los Oficiales y Suboficiales Superiores.”

Relata que la exposición a grandes líderes le enseñó a su desarrollo y diferentes atributos como respeto, honor, disciplina, integridad, actitud, tacto y entereza, que le serían útiles, una vez que se unió a la Infantería de Marina.

La segunda razón fue en que 1979, mientras sus padres solicitaban su visa para Estados Unidos, recuerda la imagen de los escoltas permanentes de la Guardia de Seguridad de la Marina (MSG) ese día y ello quedó forjada en su cabeza.

Llegada desde Puerto Plata a Estados Unidos:

“Mi llegada a los Estados Unidos, probablemente fue la misma que la de cualquier niño que se muda aquí desde la República Dominicana (RD) o cualquier otro país, superando el choque cultural, diferencias en el clima, comida, idioma, establecer nuevas amistades. Sin embargo, para mí lo que lo hizo más fácil fue el vínculo y amistad que pude establecer con mi hermano menor, Ben Rodríguez, y sus amigos.”

“La escuela era estricta, pero que la interacción con otros niños hispanos permitió adaptarse con facilidad a la nueva forma de vida.”

“A lo largo de los años, pude ir y venir de este país hacia República Dominicana, ocasionalmente y seguí conectado con mis amigos y familiares de ambos lugares. Honestamente, creo que unirme al servicio militar estaba en mi destino, debido a mi exposición a las Fuerzas Armadas de la República Dominicana y mi deseo de servir a esta gran nación que ofrecía muchas oportunidades para mi familia y para mí a medida que crecía.”

«Me uní al servicio militar justo después de la operación Tormenta del Desierto (Desert Storm), sin embargo, para cuando completé todo el entrenamiento, la guerra en Irak ya había concluido», sostiene mientras agradece a sus padres por la disciplina y líderes militares que influyeron en él durante su infancia, así como a líderes a los cuales sirvió.

Dice que el servicio militar fue razonablemente fácil para él. Resalta que la Infantería de Marina le permitió viajar por muchos lugares del mundo, donde no habría tenido oportunidad de no haber sido parte de ella y está muy agradecido, así como de defender esta gran nación mientras estaba desplegado en combate.

Es hijo biológico de Rafael. Su madre se llama Dámasa. Aclara que, sin embargo,“sus padres jamás se casaron. Mi padrastro, Jorge, y mi madre me criaron mientras vivían en República Dominicana, así como mi padre y su esposa, Leonor.  

En un mensaje a los jóvenes tanto en Estados Unidos como los hispanos, enfatiza en que, “las Fuerzas Armadas “son un crisol en el que las personas valoran su ética de trabajo, independientemente de su género, origen étnico o color de piel.”

“He tenido las mismas oportunidades que todas las demás razas en función de mi rendimiento. Solo puedo hablar del Cuerpo de Marines de los EE. UU., en el que el 23% de la población es hispana.”

“Es uno de los grupos étnicos de mayor crecimiento en el servicio militar; igualmente es la cantidad de hispanos que han alcanzado oportunidades laborales en niveles muy altos, como el Sargento Mayor Carlos Ruiz, Sargento Mayor de Infantería de Marina (SM MC), y el Sargento Mayor en jefe Ramón Colón-López, Asesor Enlistado Mayor del Jefe del Estado Mayor Conjunto” refiere.

“Pediría a los jóvenes que no vean al Servicio Militar como la última opción cuando todo lo demás ha fallado. Quiero que lo consideren como una elección encomiable que les brindará oportunidades si decide dejar el servicio y siéntete orgulloso de tus logros al unirte a ellas”, según concluye en su entrevista.

Nuestro medio se honra en declararlo «Orgullo Latinoamericano» basándose en su trayectoria militar de excelencia que lo hacen merecedor de la posición que hoy desempeña. Agradecemos al Departamento de Prensa del Comando Sur de los Estados Unidos y en especial a José Ruiz, por el apoyo para este reportaje especial.