La vacuna fabricada en China se ha administrado en su mayoría en países latinoamericanos como México, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador y Brasil.
New Haven, EE.UU.–Más de 48 países —en su mayoría latinoamericanos— administran la vacuna anticovid fabricada en China, Sinovac, y aunque se ha logrado disminuir la cantidad de casos graves por coronavirus, esta no es efectiva contra la variante ómicron.
Así se ha demostrado en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale y República Dominicana en el que se examinaron las muestras de sangre de 101 personas en República Dominicana.
Los resultados que arrojaron las pruebas mostraron que, entre las personas que recibieron las dos dosis de Sinovac, la infección de ómicron no produjo anticuerpos neutralizantes.
El resultado fue diferente entre aquellas personas que recibieron un refuerzo de la vacuna Pfixer-BioNTech. En comparación con las muestras de Yale, la inmunidad alcanzada con las dos dosis de Sinovac más la de refuerzo con una vacuna de ARNm equivalía a la de dos dosis de cualquier vacuna de ARNm sin refuerzo.
Akiko Iwasaki, uno de los autores del estudio, destaca la importancia de proveer con dosis de refuerzo de ARNm a los países que han administrado la vacuna Sinovac entre sus habitantes para aumentar la protección contra la variante ómicron.
«Dosis de refuerzo son claramente necesarias en esta población porque sabemos que ni siquiera dos dosis de vacunas ARNm ofrecen suficiente protección contra la infección por ómicron”.
Esto se debe a la estructura de la ómicron, que posee 36 mutaciones en las proteínas de la espiga, la cual la hace 70 veces más contagiosa que las variantes anteriores.. Ómicron tiene una cubierta proteica mutable, dificultando que los anticuerpos de la vacuna encuentren el virus y ataquen.
Por esta razón los expertos enfatizan tanto la necesidad de una dosis de refuerzo siempre que sea de ARNm por su capacidad de atacar al virus de una manera más efectiva, brindando una protección mucho más alta contra el COVID-19.
Vacunas Made in China: ¿Cómo protegen a Latinoamérica de la variante ómicron?
La vacuna fabricada en China se ha administrado en su mayoría en países latinoamericanos como México, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador y Brasil.
Su efectividad es de un 57% para prevenir casos sintomáticos de COVID-19, y del 100% para evitar casos graves y de hospitalización, aunque estas cifras son ya antiguas, dada la llegada de la variante ómicron.
Si este es el caso para la Sinovac, ¿cómo es el escenario para la vacuna Sinopharm? Esta otra vacuna hecha en china se administra en países como Argentina, Bolivia, Perú y Venezuela. Su efectividad para prevenir casos graves de coronavirus es de 84% con ambas dosis, y hasta los momentos ningún estudio ha alertado sobre la necesidad de una dosis de refuerzo con ARNm.
No obstante, si ambas trabajan con la inoculación del virus inactivo, evidentemente que la estructura para crear anticuerpos de la Sinopharm no será suficiente contra la ómicron.
Desgraciadamente, este es un problema de salud pública en Latinoamérica debido a la desigualdad social, pues la falta de presupuesto de los estados dificulta la adquisición y acceso a vacunas como Pfizer o Moderna.
El estudio concluye que es necesario más estudios que permitan descubrir más soluciones para aumentar la protección contra el COVID-19.