La farmacéutica Johnson & Johnson desarrolla el primer tratamiento contra el cáncer de pulmón, principal causa de muerte entre hombres y mujeres, y representa casi el 25 por ciento de todas causadas por cáncer.

Un especialista recomienda a los vacunados estar tranquilos porque se trata de casos aislados.

Atlanta, Georgia–Si usted recibió la vacuna de Johnson & Johnson debe estar pendiente de lo que experimenta su cuerpo para decidir si acude o no al médico.

Charles Lerner, médico especialista en enfermedades infecciosas y miembro de la Fuerza de Tarea contra Covid-19 de la Asociación Médica de Texas, (TMA), dijo que quienes hayan sido inmunizados con la vacuna de Johnson & Johnson deben estar tranquilos porque se trata de casos muy aislados.

“Estamos hablando de que se trata de un caso en un millón”, dijo Lerner. “Es muy poca la gente que ha tenido problemas graves y es mayor el riesgo de contraer covid-19 sin la vacuna”.

En Estados Unidos se han aplicado más de 6.8 millones de vacunas de Johnson & Johnson y se han reportado seis casos de mujeres que han tenido coágulos severos después de su aplicación.

Los casos ocurrieron a seis mujeres entre los 18 y 48 años y los síntomas aparecieron entre seis y 13 días después de la vacunación. Les fue proporcionado un medicamento anticoagulación, según informaron los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, (CDC).

Por ello, Lerner indicó que aunque se trata de casos muy raros, quienes hayan recibido esta vacuna deben estar al pendiente de síntomas que se desarrollen hasta dos semanas después de haber sido inmunizado, como:

Dolor de cabeza muy fuerte, fuera de lo común y no el que se siente después de la vacuna, sino que sea progresivo y no ceda.

Parálisis o inmovilidad en alguna parte del cuerpo
Parálisis o debilitamiento de los músculos de un lado de la cara.

Pérdida de visión

En caso de que alguno de esos síntomas se presente, se debe acudir de inmediato a un médico para descartar un problema mayor.

Lerner consideró que la suspensión de la vacuna Johnson & Johnson es una prueba de que el sistema de salud de Estados Unidos está cuidando a su población cuando con tan pocos casos se decidió frenar su aplicación hasta estudiar más a fondo sus efectos.

“Hay que poner todo en perspectiva. La posibilidad de tener una mala reacción a la vacuna es menor a la posibilidad de contraer covid-19 y morir por una enfermedad grave”, dijo.

Si ninguno de esos síntomas se presenta, indicó Lerner, las personas pueden estar tranquilas de que la vacuna no tendrá otro efecto en el cuerpo más que la protección contra Covid-19.