- El juez constitucionalista Castellanos Pizano se refirió a las improcedencias de las objeciones realizadas a la Sentencia TC/0168/13, en la que se decidió que a la persona recurrente nacida en territorio nacional no le correspondía la nacionalidad dominicana por ser hija de ciudadanos extranjeros en tránsito, de acuerdo con la Constitución
- En ese sentido, el magistrado explicó que este fallo del TC no vulnera la dignidad humana de los haitianos radicados en el país, ni quita la nacionalidad a nadie, pues las personas nacidas en República Dominicana de padres extranjeros en tránsito no son dominicanos.
- “Todas esas personas son titulares de la nacionalidad haitiana, recibido de su padre al nacer por efecto del jus sanguinis”, expresó.
- Durante el panel, el magistrado Castellanos Pizano expresó su preocupación por la manera en que, con el pasar de los años y la influencia de costumbres extranjeras, la identidad dominicana va desapareciendo.
Santiago, República Dominicana — El Tribunal Constitucional (TC), realizó en la ciudad de Santiago, a través de su Centro de Estudios Constitucionales (CEC), la séptima edición de sus Coloquios Constitucionales Virtuales que tituló «Constitución y dominicanidad», el cual trató sobre los aspectos más importantes de la nacionalidad e identidad patria.
El evento contó con la participación del magistrado Víctor Joaquín Castellanos Pizano, juez de esta alta corte; la licenciada Dulce María Vargas Corona, educadora y abogada, y el licenciando Miguel Díaz, profesor de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), universidad anfitriona. La moderadora fue la Dra. Mayra Cabral Brea, directora del CEC.
Durante el panel, el magistrado Castellanos Pizano expresó su preocupación por la manera en que, con el pasar de los años y la influencia de costumbres extranjeras, la identidad dominicana va desapareciendo.
“Se va difuminando, va desapareciendo de forma tal que si la situación sigue como va, en diez o quince años nosotros vamos a dejar de tener un país; la cultura dominicana va a desaparecer”, expresó.
En su exposición, el juez constitucionalista también se refirió a las improcedencias de las objeciones realizadas a la Sentencia TC/0168/13, en la que se decidió que a la persona recurrente nacida en territorio nacional no le correspondía la nacionalidad dominicana por ser hija de ciudadanos extranjeros en tránsito, de acuerdo con la Constitución.
Aseguró que la importancia de esta sentencia, que suscitó un gran revuelo y presiones internacionales, consiste en haber concitado la atención nacional sobre la grave amenaza que representa la inmigración extranjera descontrolada, como también procurar la preservación de la cultura, el territorio y la soberanía dominicana al esclarecer los criterios para el otorgamiento de la nacionalidad dominicana.
En ese sentido, Castellanos Pizano explicó que este fallo del TC no vulnera la dignidad humana de los haitianos radicados en el país, ni quita la nacionalidad a nadie, pues las personas nacidas en República Dominicana de padres extranjeros en tránsito no son dominicanos. «Todas esas personas son titulares de la nacionalidad haitian, recibido de su padre al nacer por efecto del jus sanguinis», expresó.
El magistrado también desmontó los argumentos de que la sentencia viola el principio de irretroactividad de la ley, el principio del jus solis, y el irrespeto a decisiones de cortes internacionales que no son vinculantes para el país.
El magistrado Castellanos Pizano concluyó su exposición haciendo un llamado a todos los dominicanos: “sobre cada uno de nosotros recae a la obligación de proteger y defender la soberanía nacional, así como la identidad de nuestra cultura, ciñéndonos al contenido de la Constitución y promoviendo la paz y el bienestar de todos”.
De su lado, el maestro Díaz, catedrático de la UNEV, al hablar sobre la variación de los criterios para el otorgamiento de la nacionalidad dominicana, explicó que desde la fundación de la República, en 1844, en la Constitución han estado presentes la nacionalidad por sangre y por suelo, pero se han ido variando.
“Si vemos la historia constitucional, el jus sanguinis fue expandiéndose y el jus solis fue restringiéndose con el pasar del tiempo”, expuso. Con respecto a la nacionalidad por sangre, el jurista indicó que uno de los cambios es que en 1907, para que los hijos de dominicanos nacidos en el extranjero obtuvieran la nacionalidad dominicana debían venir a residir al país.
Esto cambió en 1994, cuando se aceptó la doble nacionalidad sin importar si vivía o no en suelo dominicano. Sobre el derecho por suelo, precisó que en los primeros años no había excepciones, y fue en 1908 cuando se introdujo la excepción de que los hijos de extranjeros en tránsito, diplomáticos y dignatarios no pueden obtener la nacionalidad dominicana.
“Estos temas nos ayudan a profundizar una postura, no asumirla porque alguien la dijo o porque yo lo diga como maestro, sino que creamos un criterio”, expresó Díaz.
Durante su participación, la educadora Vargas Corona manifestó que el amor a la patria no nace, sino que se incentiva desde la niñez, y que, por lo tanto, desde las aulas y en los hogares hay que fomentar el sentimiento patriótico y la nacionalidad explicándoles a los niños, niñas y adolescentes en qué consiste todo esto.
“Si los padres no tienen una convicción, el niño no puede conocer lo que es el amor a la patria, porque el niño lo puede ver como una imposición; al educar con el ejemplo, el niño puede ver con qué vocación el padre pone una bandera el 27 de febrero», expresó.
Además, dijo que se debe procurar que los estudiantes conozcan verdaderamente la historia y se identifiquen con los héroes y heroínas nacionales y las luchas patrióticas, como también que tengan conocimiento sobre la geografía nacional y su importancia.
Todo esto, para que desde temprana edad se identifiquen con la nacionalidad dominicana. Los panelistas también hablaron sobre los retos de este tema, entre ellos dar a conocer a los niños el contenido de Constitución.
Luego de las participaciones en este debate realizado en el Auditorio de la UNEV- Santiago, y transmitido en vivo, a través de los canales digitales del TC, el estudiante de esta casa de altos estudios, Hotin Hernández Aristy leyó la relatoría del coloquio. Las palabras de bienvenida a esta actividad estuvieron a cargo de la coordinadora de la Escuela de Derecho de este recinto, Juliana Rosa Valerio, quien agradeció al TC por propiciar estos encuentros.