El IPPP pide adoptar medidas urgentes para proteger a los comunicadores.
Por Olivo De León
Santo Domingo, República Dominicana–Con Starlin Taveras, de Telesistema, canal 11, Pedro Fernández, de San Francisco de Macorís, como positivos del coronavirus, la pandemia empieza a afectar al sector periodístico y de la prensa de la República Dominicana.
Estamos totalmente seguros que estos casos no serán los únicos, quizás el inicio, o los primeros, si es que otros comunicadores no se encuentran afectados y lo desconocen o no lo han dado a conocer públicamente.
La noche del sábado 21, uno de los periodistas de Telemicro, canal 5, fue retirado del medio y dispuesto su aislamiento hasta ser sometido aprueba, en momentos en que cubría la efectividad de operativos policiales en hacer cumplir el toque de queda decretado por el presidente Danilo Medina.
La decisión se adoptó porque un detenido por la Policía, tosiendo y con roco, y a quien entrevistaba el joven periodista, estornudó sobre él, mientras que otros le hablaron muy cerca.
Ya han dado positivo, funcionarios y su familia, políticos, presentadores de televisión, artistas, diseñadores, deportistas, ente otros personajes de toda clase social, aumentando cada día los casos.
Hace apenas uno o dos días que desde el Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP) advertimos del peligro que representa que uno o más periodistas afectados del coronavirus y no detectados se traslade de un lugar a otro llevando y trayendo informaciones, entrevistando, intercambiando con todo el mundo.
Planteamos que el profesional del periodismo se podría convertir en un transmisor, un propagador involuntario del virus afectándose así mismo, a su familia, a sus compañeros, a la sociedad.
Con tal de protegerlos y de reducir la posibilidad de esta situación, presentamos a directores y ejecutivos de medios de comunicación una propuesta de protocolo para cobertura periodística frente al coronavirus.
No se adoptó una sola de las propuestas sugeridas por nosotros, mientras que medios y cadenas internacionales han reducido a más del 75 por ciento el personal en función.
Lo ideal es que ninguno de nuestros profesionales estuviera en el medio, sino acuartelados en sus casas.
Sin embargo, hay que informar, pero exponiendo al mínimo a nuestros compañeros en este estado de emergencia en que vivimos, por eso lo recomendable es aplicar las medidas correspondientes para reducir la posibilidad de contagio y evitar el llanto y el crujir de dientes.