La gente vota en las elecciones presidenciales del país, en Caracas, Venezuela, el 28 de julio de 2024. (Imagen: Cortesía de la Voz de América). 

Los venezolanos acuden este domingo de manera masiva a los centros de votación en medio de una convocatoria electoral llena de incertidumbres, la amenaza latente del régimen a la oposición política y los temores a una eventual trampa del gobierno

Caracas, Venezuela — Los venezolanos hicieron fila en los centros de votación y emitieron sus votos el domingo en la elección más importante en un cuarto de siglo de gobierno del partido socialista, con el presidente Nicolás Maduro confiado en la victoria aun cuando la oposición ha atraído un apasionado apoyo y ha advertido sobre posibles irregularidades.

Las urnas cierran a las 18.00 hora local (22.00 GMT) y los resultados podrían publicarse el domingo por la noche o en los días siguientes.

La líder opositora María Corina Machado ha sido la estrella de la campaña de la coalición, incluso después de que la prohibición de ejercer cargos públicos la obligara a pasarle la antorcha al candidato Edmundo González, un ex diplomático de 74 años conocido por su comportamiento tranquilo.

González ha ganado el respaldo incluso de algunos antiguos partidarios del partido gobernante, pero la oposición y los observadores han cuestionado si la votación será justa, diciendo que las decisiones de las autoridades electorales y los arrestos del personal de la oposición tienen como objetivo crear obstáculos.

Maduro, cuya reelección de 2018 es considerada fraudulenta por Estados Unidos, entre otros, ha dicho que el país tiene el sistema electoral más transparente del mundo y ha advertido de un «baño de sangre» si pierde, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.

Periodistas de Reuters ubicados en seis ciudades del país informaron que había filas afuera de los centros de votación, incluidos algunos que abrieron tarde.

«Estoy aquí desde las 5 de la mañana. Vine a votar por el cambio, por una nueva Venezuela, que renazca y porque soy una trabajadora pública y necesitamos un cambio para poder tener un salario digno», dijo Tibisay Aguirre, una cocinera de 57 años que esperaba en fila en Maracay, en el central estado Aragua.

Las urnas cierran a las 18.00 hora local (22.00 GMT) y los resultados podrían publicarse el domingo por la noche o en los días siguientes.

El gobierno de Maduro ha presidido un colapso económico, la migración de alrededor de un tercio de la población y un marcado deterioro de las relaciones diplomáticas, coronado por sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y otros que han paralizado una industria petrolera que ya estaba en dificultades.

Maduro ha dicho que garantizará la paz y el crecimiento económico, haciendo que Venezuela sea menos dependiente de los ingresos del petróleo.

El salario mínimo equivale a 3,50 dólares al mes, mientras que se estima que la alimentación básica para una familia de cinco miembros cuesta unos 500 dólares. Muchas personas reciben canastas de alimentos del gobierno o remesas de familiares en el extranjero.

Decenas de votantes emitían sus votos en el consulado venezolano en la isla española de Tenerife, mientras otros se congregaban afuera ondeando banderas y vitoreando.

Varios votantes dijeron que llevaban muchos años registrados en ese consulado. Migrantes de todo el mundo han denunciado dificultades para registrarse y se espera que sólo un pequeño porcentaje de la diáspora pueda votar.

El legado de Chávez

Maduro votó a primera hora de la mañana en Caracas y dijo que el resultado anunciado por el Consejo Nacional Electoral será reconocido y «defendido» por las Fuerzas Armadas y la Policía.

Las personas que asistieron al mitin de cierre de Maduro en Caracas el jueves hablaron con entusiasmo de su difunto mentor, el veterano presidente socialista Hugo Chávez, y dijeron que Maduro, en el poder desde la muerte de Chávez en 2013, estaba continuando el legado de su predecesor de ayudar a los pobres.

«Nicolás Maduro está construyendo el país y continuando el legado del comandante Chávez», dijo Conde Miranda, de 54 años, quien viajó desde el sur de Ciudad Guayana para asistir.

Otros aludieron a un entorno más desafiante.

«Maduro ha hecho cosas buenas y cosas malas, el problema es la gente que está debajo de él», dijo el empleado público Alejandro Goldteims, de 30 años.

González y Machado, que han prometido grandes cambios y han dicho que un nuevo comienzo puede motivar a los migrantes a regresar, han instado a la gente a realizar «vigilias» en los centros de votación. Han dicho que esperan que los militares confirmen los resultados de la votación.

Los militares venezolanos siempre han apoyado a Maduro, un ex conductor de autobús y ministro de Relaciones Exteriores de 61 años, y no ha habido señales públicas de que los líderes de las fuerzas armadas se estén separando del gobierno.

Veintidós personas fueron detenidas desde el viernes «en el marco del proceso electoral», indicó al canal X Gonzalo Himiob, vicepresidente de la organización de derechos humanos Foro Penal, añadiendo que al menos 15 siguen detenidas.

El fiscal general de Venezuela negó esta semana participar en la persecución política y dijo que las elecciones deberían ser pacíficas.

Los analistas dicen que el gasto público ha crecido sólo ligeramente durante la campaña, un cambio respecto a campañas anteriores cuando el gasto era generoso.

Maduro dice que ha abierto 70 proyectos de obras públicas durante los últimos meses, pero muchos han sido renovaciones de escuelas, hospitales y carreteras ya existentes, según eventos transmitidos por la televisión estatal.