- Dice que la práctica se hace principalmente contra funcionarios y empresarios a través de las redes sociales por su impacto en el morbo.
- Agrega que este grupo presiona autoridades e instituciones, dañan nombres y reputaciones por dinero y hasta provocan situaciones de violencia.
Santo Domingo, República Dominicana–Comunicadores o periodistas vinculadas a algunos medios de comunicación y las redes sociales, aprovechan estas plataformas para extorsionar a funcionarios públicos y empresarios y a otras personas, afirmó el padre Arsenio Ferreira, quien a nombre de la Iglesia Católica reflexionó la séptima Palabras que Cristo pronunció cuando estaba a punto de morir en la Cruz del Calvario.
Al cerrar las homilías del tradicional Sermón de las Siete Palabras que realiza cada año la Iglesia los Viernes Santo, el cura Ferreira dijo que “desde hace varios años en la República Dominicana se ha estado desarrollando un ejercicio inmoral, antiético y sumamente dañino para la sociedad a través de algunos medios de comunicación con un mismo sector o grupo de “comunicadores o «periodistas”; un chantaje y extorsión mediática”-
“La práctica consiste en ubicar a funcionarios públicos, empresarios y personas, investigar los negocios que puedan estar desarrollando y generarle informaciones en su mayoría falsas o tergiversadas para poder llamar la atención y luego enviarles un emisario a solicitar una alta suma de dinero para dejar de seguir atacándolos”.
El religioso alertó que esta práctica está tomando cada vez más fuerza, pues quienes la ejecutan son personas sin escrúpulos, que solo buscan dinero a toda costa y que no tienen reparos en decir a lo que se dedican, como en algunos medios ya lo han hecho.
“No importa si tienen que dañar la reputación, la moral e integridad de una persona y con esto la de toda su familia y amigos. Lo que buscan es que los “callen” ofreciéndoles dinero. Si no les ofrecen dinero no cesan los ataques”, sostuvo.
Pero Ferreira resaltó que el principal medio por donde operan estos individuos es a través de las redes sociales, por el impacto que estas causan y el morbo que genera presentar información negativa sobre alguien.
Agregó que “este grupo no es grande, pero cuando encuentran a una víctima, todos le caen juntos, buscando maximizar el daño que quieren causar. Pero resulta que luego aparece ante la persona afectada alguien que le ofrece una “solución”, ayudarlos a callar a esos medios pero que necesitan ofrecerles algo de dinero (esto según la cantidad de la cartera a la que atacan). Esto es una bajeza total, un chantaje mediático el que la población está percibiendo como algo normal y que no podemos permitirlo”.
El sacerdote explicó que este grupo presiona autoridades e instituciones, dañan nombres y reputaciones por dinero y hasta provocan situaciones de violencia.
Lamentó que haya personas que reniegan de Dios, de la patria, que solo les interesa saciar sus apetencias de lujos y vida cara a costillas del chantaje, la manipulación y la tergiversación de informaciones.
“No importa si tienen que dañar la reputación, la moral e integridad de una persona y con esto la de toda su familia y amigos. Lo que buscan es que los “callen” ofreciéndoles dinero. Si no les ofrecen dinero no cesan los ataques”, dijo.
El padre Ferreira, hablando del sermón sobre el versículo “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc. 23,46) destacó que este fuerte grito de Jesús se convierte hoy en la voz de los que no tienen voz. En aquellos condenados moralmente de la vida, extorsionados y autocensurados. Esa voz de los que no tienen voz está representada también en los medios de comunicación social, quienes juegan un papel fundamental en la difusión del mensaje; como creadores de pensamientos y opiniones; y en la difusión de la verdad.
Dijo que la Iglesia asume los medios de comunicación social con una actitud fundamentalmente positiva y estimulante. “No se limita simplemente a pronunciar juicios y condenas; por el contrario, considera que estos instrumentos no sólo son productos del ingenio humano, sino también grandes dones de Dios y verdaderos signos de los tiempo”, opinó.
“Pero ya se han vuelto evidentes para todos también los riesgos de una comunicación social carente de controles. Hemos descubierto, ya desde hace tiempo, cómo las noticias y las imágenes son fáciles de manipular, por miles de motivos, a veces sólo por un banal narcisismo”, aseguró Ferreira.