Los servidores públicos en el Estado Dominicano, con una deuda social acumulada en la mayoría de las veces por discernimientos apegados a políticas partidarias y propias de los países de América Latina, están siempre en desventaja en cuanto a beneficios laborales con sus homólogos trabajadores en el sector privado.
En el marco de las conquistas y bien ganadas, muchos de ellos, tenemos el privilegio, por así decirlo, de recibir una pensión del Estado tras dejar en buen dominicano “el forro” sirviendo a la administración pública y donde los que hemos trabajado en ella, conocemos bien a fondo a que nos referimos.
“El buen servidor público es el que actúa precedido por principios y valores que consideran al ser humano como fin y favorecen su realización integral”, dijo en su libro sobre el tema, el reputado abogado y escritor colombiano, Jesús Neira Quintero.
La merecida pensión otorgada por el Poder Ejecutivo en la bien ponderada persona del Presidente Luis Abinader, a lo que defino como “uno de los mejores servidores públicos que ha tenido el Estado dominicano”, el periodista Olivo de León, ex presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, CDP y presidente del Movimiento Marcelino Vega, está más que merecida en su condición de salud y avalada por su trayectoria diáfana, no solo en el campo laboral, sino como gremialista en las filas de nuestra institución.
Esta pensión fue solicitada por el gremio presidido por la colega Mercedes Castillo, quien antes consultó con el pleno de su Comité Ejecutivo, quien avaló todas las solicitudes en este orden, en el marco institucional, como es su accionar.
Me entristece que un grupo determinado de colegas, quienes al parecer no conocen que Olivo de León, ese ser humano solidario que ha sabido desplazarse días y horas fuera de la ciudad para asistir a otros colegas en necesidades perentorias, sin esperar nada a cambio, poniendo muchas veces su propia salud comprometida en riesgo al sufrir de diabetes e hipertensión, trabajó largos años en la administración pública, pero además, durante todo el tiempo como gremialista dentro de las filas del CDP, ha sido cabeza firme para que otros tantos reciban esa pensión, que es conquista de la entidad.
Creo y afirmo que se trata de una mezquindad, el hecho de que periodistas gremialistas hayan vertido toda clase de calificativos despectivos, mostrando a mi juicio quizás un poco de egoísmo, ante la muy merecida pensión otorgada por el gobierno dominicano a Olivo de León. Entiendo que esto debió haberse producido hace mucho tiempo atrás.
He sido testigo de la calidez humana y vocación de servicios no solo dentro del Colegio Dominicano de Periodistas, CDP, gremio el que me honro en ser parte, sino como ciudadano ejemplar de Olivo de León, un periodista a carta cabal del cual todo buen periodista debe sentirse orgulloso en compartir la profesión.
Siento que aquellos colegas que no recibieron sus también merecidas pensiones no deben enfilar sus “cañones” contra quien menos deben, en este caso, un colega de la talla profesional y humana como Olivo de León y quiero que sepan que “Olivo de León no pertenece a ningún partido político partidista” y está siempre dispuesto a defender aún si fuere necesario con su propia vida, su integridad como periodista y ciudadano.
Fue educado en el seno de una familia con valores, además de aprender un comportamiento idóneo con la sociedad tras sus largos años dentro del claustro un seminario de la Iglesia Católica, donde aspiraba más bien a ser un sacerdote de oficio.
Me adhiero a mi meritoria colega Zunilda Fondeur y otros tantos decenas de periodistas en el país y en el exterior como el sociólogo Jesús Rojas, mi compañero en el tren de la vida, Martina Soriano, Miguel Acevedo y demás colegas, valorando la pensión otorgada a De León.
En mi condición de Presidenta de la Comisión de Asuntos Diplomáticos del CDP, la que encabezo adjunto a la veterana maestra del periodismo dominicano, doña Zunilda Fondeur y nuestro también colega, el doctor Amín Cruz, Ministro Consejero ante la ONU, así como ex presidenta del gremio en dos oportunidades en la Florida y Asesora Permanente de la entidad, expreso al Presidente Luis Abinader Corona, mi gratitud inmensa ante el gesto de reivindicar en su gobierno la conquista de tantos años de esfuerzo del Colegio Dominicano de Periodistas, CDP, pensionando a Olivo de León, así como a otros colegas.
También agradezco las atenciones que dispensó a las solicitudes realizadas por nuestras autoridades en el marco de la celebración del Día del Periodista y el tiempo de calidad que le dispensó a cada uno de los miembros del Comité Ejecutivo, encabezados por nuestra presidenta, otra gran batalladora, mujer servicial y única en sus directrices, la colega Mercedes Castillo, en la que todos nos hemos sentido muy bien representadas.