El silencio en medio de terminales semi vacías, el caos y la prohibición de viajar a Europa.
Washington, D.C.–Un día después que el brote de coronavirus alcanzó el estado de pandemia global y los funcionarios de EE. UU. decidieron limitar los viajes desde Europa, los aeropuertos de la nación mostraron el impacto, con pocas personas en terminales vacías.
Logan International de Boston, JFK International de Nueva York y Hartsfield-Jackson International de Atlanta estuvieron todos tranquilos el mediodía del jueves, cuando deberían haber estado llenos de viajeros.
Los pocos que estaban allí se habían adaptado a una realidad diferente: algunos habían luchado por regresar de Europa mientras podían, mientras que otros decidieron abandonar sus viajes al extranjero. Algunos pasajeros llevaban máscaras faciales, informan medios nacionales de prensa.
En el aeropuerto de Atlanta, el más concurrido del mundo, la terminal internacional estaba casi desierta, con solo un puñado de viajeros que se registraban y caminaban por el puesto de control de la TSA. Lo mismo ocurrió en el de Miami, donde las terminales lucían desérticas y con pocos pasajeros.
Algunos viajeros tuvieron que pagar precios exorbitantes por los boletos a Europa, en particular las líneas aéreas europeas y los pocos itinerarios disponibles hacia Roma, Georgia, Frankfurt, Alemania o Montego Bay, Jamaica, en ambientes sumamente estresantes, desoladas estaciones y deserticas paradas de trenes.
El miércoles, la Organización Mundial de la Salud declaró una pandemia mundial a medida que el COVID-19 continuó propagándose en Europa y los Estados Unidos.
El miércoles por la noche, el presidente Donald Trump firmó una proclamación que restringe la entrada a los Estados Unidos de no ciudadanos de prácticamente toda Europa.
Tras el anuncio del presidente Donald Trump, el Departamento de Estado aconsejó a los estadounidenses que reconsideren cualquier viaje al extranjero, mientras que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advirtieron a los estadounidenses que eviten los viajes no esenciales a 29 países y principados europeos de la zona Schengen.